Aquel 22 de mayo de 1990 había mandado el mal tiempo pero ese día estaba cayendo el sol y una avioneta en la Lisandro Alvarado. Las emisoras de radio en Valencia habían cambiado y todo el mundo escuchaba las primeras FM que daban la noticia.
Eran las 5 y cuarto de la tarde cuando escucharon el ruido de una avioneta, todo el mundo en las inmediaciones del cementerio salió corriendo. Las personas escuchaban el “Extra”, «señores son las 5 y 15 y un piloto intenta aterrizar una avioneta en plena Lisandro Alvarado».
Era la primera vez que aquello pasaba, los pocos policías enseguida alertaron a las personas. “Esto es algo insólito, justamente va a aterrizar aquí”, decía uno de los agentes, mientras otros trancaban la circulación de carros.
El piloto intentaba aterrizar en la referida avenida, la maniobra era peligrosa pero viable. “Además aquí puede hacerlo”, decía un señor extranjero que explicaba a los agentes que podían hacer.
Avioneta en la Lisando Alvarado
Las personas aceleraron los vehículos mientras los policías trancaron y se avisaban mediante señas y silbidos. El piloto hizo la maniobra y la avioneta recorrió parte de la avenida, hasta llegar curiosamente a las puertas del Cementerio.
Ya había dado tiempo para que los Bomberos de Valencia y hasta las ambulancias llegaran al lugar. El aparato podía incendiarse pero menos mal aunque se hizo una logística de emergencia ante cualquier eventualidad nada pasó; solo una ala rota.
El piloto salió ileso, solo con el susto debido, más al estar tan cerca del cementerio. Las personas se acercaron y hasta felicitaron al piloto. El cual evaluaron y estaba bien de todo.
Aquel día los reporteros gráficos de los tres diarios que tenía la ciudad enseguida llegaron al lugar en apenas minutos. Aun la foto de la avioneta color blanco con amarillo se recuerdan los jueves de #TBT… como hoy.
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