La temporada de lluvias y el clima ha generado que los casos de refriados o infecciones respiratorias aumenten, por lo general no son graves en la salud, pero trae consigo una serie de síntomas molestos.
Como es el caso de la tos que no permite descansar en la noche.
Con relación a eso, la sabiduría popular está llena de remedios de la abuela: poner una cebolla cortada en la mesilla de noche, hacer gárgaras, colocarse un collarín con alcohol, tomar miel y limón.
Sin embargo, lo primero que hay que entender es que la tos «es un mecanismo de defensa del pulmón”, aclaran los especialistas.
“No hay que quitarla de golpe para que pueda hacer su función de limpieza. Y esto hay que explicárselo a los pacientes”, detalló el doctor Jesús Molina, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Respiratorias de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).
¿Qué se puede hacer?
Para mejorar la situación, el doctor Molina recomienda dormir con la almohada más elevada de lo habitual para disminuir el goteo postnasal, que provoca más tos.
Con el mismo objetivo, son recomendables los lavados nasales antes de acostarse para evitar que el moco empiece a gotear por detrás y estimule la tos.
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