Este jueves, a través de un comunicado la Dirección General de Aeronáutica Civil de Bolivia dio a conocer que suspendió “de manera inmediata” el certificado de operador aéreo a Lamia, aerolínea del vuelo siniestrado el lunes 28 de noviembre en Antioquia (Colombia).
El texto mencionaba que la decisión fue tomada después de que el secretario de Seguridad Aérea de la Aeronáutica Civil de Colombia, Freddy Bonilla, revelara en una rueda de prensa que el avión no tenía combustible cuando se estrelló en las inmediaciones del aeropuerto de Medellín, dejando 71 muertos, entre ellos, casi toda la plantilla del equipo de fútbol Chapecoense.
Ante esta situación, las autoridades aeronáuticas colombianas abrieron una investigación para determinar por qué la aeronave despegó sin combustible suficiente, provocando que el aparato se cayera al vacío a solo menos de 20 kilómetros del aeropuerto José María Córdova.
Es importante destacar que según las normas internacionales, una aeronave debe contar con el combustible suficiente para cubrir la ruta y tener una reserva adicional que garantice una autonomía de vuelo adicional de media hora, además de contar con un aeropuerto alternativo para aterrizar en caso de necesidad. Sin embargo, según Bonilla, el avión en el que iba el Chapecoense “no contaba con combustible para la contigencia”.
Con información de VTV