El Gobernador de California (EEUU), Gavin Newsom, decretó cuarentena para los casi 40 millones de residentes del estado; y ordenó el cierre de negocios no esenciales con el objetivo de combatir la propagación del coronavirus en el estado.
La orden del demócrata llega en un momento en que los casos confirmados por COVID-19 en el Estado Dorado serian 1.000 y los fallecidos por este virus alcanzaron las 19 personas.
«Es hora de que todos reconozcamos que necesitamos hacer más»; indicó el gobernador de la principal economía de Estados Unidos.
Asimismo, la medida obliga a los residentes en California a permanecer en casa excepto en caso de necesidades «esenciales».
Lo que estarán abiertas son tiendas de alimentación, bancos, farmacias, restaurantes que envíen comida a domicilio y gasolineras.
Medidas drásticas en California
Además, el gobernador subrayó en una rueda de prensa desde Sacramento que prefiere que este California en cuarentena; y así tomar decisiones drásticas a exponer al estado a un contagio más grave.
La decisión se tomó después que el gobernador advirtiera al presidente Donald Trump de que probablemente; más de la mitad de los californianos serán contagiados por el virus en los próximos meses.
California proyecta que el 56 % de sus residentes (25,5 millones) se infectarán con el nuevo coronavirus durante un periodo de ocho semanas.
Igualmente, Newsom solicitó el jueves al Congreso de EE.UU., 1.000 millones en fondos federales. Para apoyar la respuesta médica del estado al nuevo coronavirus.
Pues, acotó la ayuda financiera es crítica para la capacidad del estado para adquirir ventiladores y otros suministros médicos.
Así como, desplegar hospitales móviles y satisfacer otras necesidades de atención médica de los californianos.
Los Ángeles
Minutos antes de dar su orden, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, y los supervisores del condado; anunciaron una medida similar pidiendo el cierre de centros comerciales, y negocios no esenciales.
Cabe destacar, que el millar de casos y los 19 muertos por COVID-19 sitúan a California como el tercer peor estado del país, por detrás de Nueva York, y el estado de Washington.
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