Los pinchos no siempre tienen que ser de carne, los camarones también son bienvenidos a este festín. Combinados o cada uno por separado esta preparación siempre hace agua la boca de los comensales.
Estos camarones rompen el molde ya que están bañados con una salsa de mantequilla derretida, ajo y limón. A medida que se van cocinando una brocha los acaricia ligeramente para darles ese perfecto perfume y el color que solo puede brindar la fusión de estos ingredientes.
Ingredientes
- 1 kilo de camarones grandes, pelados y limpios
- 8 cucharadas de mantequilla
- La ralladura y el jugo de 2 limones
- 3 cucharaditas de ajo picado
- 3 cucharaditas de adobo
Preparación
- Precalentar la parrilla a fuego medio. Ensartar a los camarones en unos pinchos de metal o de madera (si son de los últimos, asegúrese de remojar antes en agua durante 30 minutos para evitar que se quemen).
- Añadir la mantequilla en una cacerola pequeña. Derretir por completo y llevar a ebullición.
- Agregar la ralladura de limón, el jugo de limón y el ajo, revolver a fuego medio durante aproximadamente un minuto o hasta que el ajo empiece a dorarse un poco. Retirarlo del calor.
- Cepillar ambos lados de los camarones con la salsa de mantequilla. Espolvorear con el condimento.
- Colocar los camarones en la parrilla entre 5 y 8 minutos por cada lado hasta que se cuezan y empiecen a dorar ligeramente.
- Barnizarlos con la ayuda de una brocha llovizna con la mezcla de mantequilla de limón. Retirar del calor y servir inmediatamente.
Para que esta preparación tenga un toque de color se pueden intercalar trozos de cebolla y pimentón.
Con información de Cocina y Vino
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