La exposición continua a los hidrocarburos policíclicos aromáticos (HPA) –incluso en niveles inferiores a los límites establecidos por la Unión Europea– durante la preadolescencia se asocia con cambios en el núcleo caudado del cerebro, reveló un estudio reciente del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Obra Social La Caixa.
La revista Environment International ha publicado la investigación que se centra en estas sustancias (HPA), muy presentes en las ciudades actuales a causa del tráfico.
La combustión incompleta de materia orgánica, sobre todo de combustibles fósiles como el petróleo, de la biomasa y de otras fuentes, como el humo del tabaco, la cocina a la brasa y las barbacoas, son las principales causantes de los contaminantes del aire HPA.
La circulación de vehículos es la fuente principal de emisión de estas sustancias en ciudades como Madrid o Barcelona, donde se llevó a cabo el estudio.
Estos compuestos se habían relacionado con trastornos por déficit de la atención e hiperactividad (TDAH) en niños que habían estado expuestos a los HPA en la fase prenatal, en investigaciones precedentes.
El estudio que forma parte del proyecto Breathe, midió los niveles de contaminación en 39 escuelas de Barcelona y tomó imágenes por resonancia magnética de 242 niños y niñas de 8 a 12 años, que también realizaron tests para la evaluación de posibles síntomas de TDAH.
Con información de Globovisión