El Duque de York se hará cargo de las mascotas de Isabel II, que él mismo le regaló en el pasado para ayudarla a sobrellevar la pérdida del príncipe Felipe.
Los corgis, llamados Muick y Sandy, vivirán en el Royal Lodge de Windsor, la finca que el príncipe comparte con su exesposa.
Isabel II fue una gran amante de los animales. Tan icónicos como sus sombreros o su collar de perlas, fue su jauría de corgis, de los que tuvo más de 30 a lo largo de su vida.
“Mis corgis son mi familia”, dijo la Reina en una ocasión.
Algo que han confirmado a lo largo de los años trabajadores de Palacio, que aseguran que la Reina cuidaba personalmente qué darles de comer, mientras que pasearlos era una forma de relajarse y olvidar los problemas familiares y laborales.
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