Este 1 de noviembre, los católicos del mundo celebran el Día de Todos los Santos, una fecha antesala al Día de los Muertos, que se conmemora el 2 de noviembre, en la que se venera a todos los consagrados a Dios que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico.
De acuerdo con diferentes páginas web, en los países de tradición católica, la fecha fue instituida en honor a todos los santos de la Iglesia, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de estos consagrados a Dios por parte de los fieles durante el año.
Según quienes escriben sobre la materia, la historia de la fecha se remonta al papa Gregorio III (731-741) quien consagró una capilla en la Basílica de San Pedro, a todos los Santos, y arregló el aniversario para el primero de noviembre. A mediados del siglo IX, Gregorio IV extendió la celebración a toda la Iglesia.
¿Y qué es un santo? Según la Iglesia Católica, es el que ha dedicado gran esfuerzo en que su propia vida sea lo más agradable posible ante los ojos del Señor. Para ser santo se tiene que ser canonizado por el Sumo Pontífice, luego de haberse corroborado su participación en milagros de rango admirable, y por llevar una vida fácilmente comprobable como heroica.
Papa celebró el Día de los Santos
El papa Francisco celebró este martes una misa por el día de Todos los Santos en Suecia, un país mayoritariamente secular cuya comunidad católica es minúscula y donde el matrimonio entre personas del mismo sexo está permitido hasta para los pastores.
En su segundo y último día de viaje, el pontífice argentino se dirigió en latín y en español a los 15.000 fieles en el estadio de Malmö, ciudad en el sur del país con muchos inmigrantes. Son ellos y los convertidos quienes aseguran el dinamismo de la iglesia católica en Suecia.
«La mansedumbre es un modo de ser y de vivir que nos acerca a Jesús y nos hace estar unidos entre nosotros; logra que dejemos de lado todo aquello que nos divide y enfrenta, y se busquen modos siempre nuevos para avanzar en el camino de la unidad», dijo el Papa, que dejó Suecia al mediodía para volver al Vaticano.
«Un signo muy elocuente es el que sea aquí, en su país, caracterizado por la convivencia entre poblaciones muy diversas, donde estemos conmemorando conjuntamente el quinto centenario de la Reforma», agregó.
Con información de La Nacion Web y Panorama