A través de una carta abierta un grupo de 93 diplomáticos y 25 funcionarios y secretarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil criticaron el uso de la fuerza y el autoritarismo de algunos actores políticos.
En la misiva los funcionarios indican que «repudiamos el uso de la fuerza para reprimir o inhibir manifestaciones, pedimos a la sociedad brasileña, en especial a sus líderes, renovar el compromiso con el diálogo constructivo y responsable, apelando a todos para que renuncien a tentaciones autoritarias, conveniencias y apegos personales o partidarios en favor del restablecimiento del pacto democrático en el país».
La carta hace referencia a las protestas surgidas en Brasilia, capital de Brasil, en rechazo al presidente Michel Temer, salpicado por un escándalo de corrupción surgido en Petrobras.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Organización de Naciones Unidas (ONU) censuraron el uso desmesurado de la fuerza por parte del Estado brasileño y los diplomáticos aprovecharon la oportunidad para redactar la crítica misiva.
El Ministerio de Exteriores de Temer reaccionó a esas críticas, diciendo que esa nota conjunta era tendenciosa, desinformada y que tenía «fines políticos inconfesables» además de estar escrita desde la «mala fe» al mezclar los episodios de Brasilia con otros casos de violencia policial no relacionados.
Con información de Telesur