El Helicoide en Caracas tiene para muchas personas una historia triste, ya que terminó en lo que nunca se pensó. En el año 1956 era señalado como una obra excepcional.
Iba a ser el centro comercial más grande Suramérica para sus tiempos, de hecho hay hasta una anécdota del mismo Pablo Neruda. “Una de las creaciones más exquisitas nacidas de la mente de un arquitecto”; dijo el poeta según las redes sociales del Colegio de Ingenieros.
El General Marcos Pérez Jiménez, -cuenta la historia- quería un centro comercial moderno para su tiempo. El cual le diera a Caracas ese aire de crecimiento y reconocimiento ante el mundo; y que en el mismo estuvieran las mejores tiendas del mundo.
La obra estaba destinada a ser una de las mejores del continente, de hecho al entrar con tu carro podías estacionar de una vez en las alas del mismo. Una obra de ingeniería que pintaba a Caracas como la más moderna.
Por supuesto, para su tiempo muchas personas criticaron la obra la cual era considerada como un “monstruo de concreto”; y que no resaltaba con la ciudad. De hecho, critican que no había árboles a su alrededor.
El Helicoide en Caracas
Ya al caer Pérez Jiménez los mismos críticos preguntaban ¿qué se iba a hacer con esa obra?. Le pidieron a Leoni y a Betancourt continuarlas pero no lo hicieron. Otro de los planes era convertirlo en una universidad.
Al llegar los setenta y ochenta fue albergando las patrullas viejas que eran patrimonio de la capital y el estado venezolano. Luego pasó a ser la sede del antiguo Disip y hoy es la sede del Sebin.
En la maqueta mostrada por las redes del Colegio de Ingenieros de Venezuela se ve la obra y su majestuosidad.
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