Desde el pasado viernes, los carabobeños afrontan la escasez de gasolina que atraviesa todo el país; padeciendo las largas filas para poder obtener combustible en las bombas locales.
La información que se tiene respecto a la desaparición de la gasolina, también es escasa. El personal de las bombas, no tiene conocimiento al respecto; y otros se limitan a decir que el contenedor surtidor no llega a tiempo.
El resultado de esto, ha confluido en que en Valencia y demás municipios próximos. Esto se evidencia pues, desde tempranas horas se observan grandes filas de vehículos esperando abastecerse de combustible.
La escasez de gasolina en el país, es consecuencia, incluso, de que muchas estaciones de servicio estén cerradas. Por ejemplo, la bomba de la variante Barbula – San Diego, estuvo cerrada durante el domingo pasado.
Los conductores optan por acceder a las bombas que se encuentran en las autopistas principales; como la estación de servicio Bohío y El Prado; en esta última, para el viernes de la semana pasada, se extendió su fila, desde el comienzo de la bomba, hasta la altura del colegio YMCA.
Otro dilema alrededor de la escasez de gasolina en el estado, se torna alrededor de la disponibilidad del octanaje del combustible. Las pocas gasolineras abiertas solo están despachando gasolina de 91 octanos.
Esto último no es de tanto agrado para los conductores; sin embargo, al no tener opciones, es lo que tienen que recibir después de tanto esperar.
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