Algunos pensarán que es una simple planta, pero el diente de león tiene propiedades medicinales que ayudan al organismo y en el tratamiento de diversas condiciones físicas, afecciones y enfermedades.
Se le conoce con el nombre científico de taraxacum, y es una especie de flor perteneciente a la familia asteraceae. Se cree que sus orígenes se remontan a hace 30 millones de años en Eurasia, y proviene de regiones de Europa y América del Norte.
Es tanto su eficacia para ciertos males que aquejan a la humanidad, que laboratorios han estudiado sus propiedades para determinar cómo usarlos y así aliviar ciertas patologías fiscas de forma natural.
Por supuesto, que todo lo natural debe ser autorizado por un médico, lo ideal es que una especialista recomiende tomar el diente de león a ciertas horas y por cuánto tiempo.
Las propiedades del diente de león son infinitas y te pueden ayudar a:
Mejora de la salud de los huesos: Es una planta rica en calcio, mineral básico en el desarrollo y fortalecimiento de los huesos. Además, también es rico en vitamina C y luteolina, dos antioxidantes que protegen a los huesos del deterioro asociado a la edad.
Tratamiento para alteraciones hepáticas: El extracto de diente de león es tradicionalmente conocido por sus beneficios para hígado. Los antioxidantes anteriormente mencionados favorecen el buen funcionamiento del hígado y lo protegen contra el envejecimiento.
Ayuda a controlar la diabetes: Se ha comprobado que el zumo o concentrado de diente de león puede estimular la producción de insulina en personas diabéticas, manteniendo así unos niveles bajos de azúcar en sangre. Además, gracias a las propiedades diuréticas del diente de león, este aumenta la necesidad de orinar en pacientes diabéticos, lo que ayuda a eliminar el exceso de azúcar del organismo.
Tratamiento para las afecciones de la piel: La savia que se extrae del diente de león resulta un tratamiento natural y eficaz para aquellas afecciones o enfermedades de la piel causadas por infecciones bacterianas y fúngicas. El motivo es que la savia de esta planta posee propiedades alcalinas, germicidas, insecticidas y fúngicas.
Prevención y tratamiento del acné: Además de las propiedades diuréticas, el diente de león es un potente desintoxicante, estimulante y antioxidante, lo que lo convierten en un eficaz tratamiento para el acné. Sobre todo el causado por alteraciones hormonales.
Disminuye la retención de líquidos: Gracias a su naturaleza diurética, favorece la micción y ayuda a eliminar el exceso de agua del organismo.
Tratamiento del estreñimiento: El alto contenido en fibra lo convierte en una ayuda muy beneficiosa para una digestión y salud intestinal adecuada. La fibra estimula en funcionamiento intestinal y reduce las posibilidades de estreñimiento y diarrea.
Previene la anemia: Tiene niveles relativamente altos de hierro, vitaminas y un alto contenido de proteínas. Mientras que el hierro es una parte esencial de la hemoglobina de la sangre, la vitamina B y las proteínas son la base de la formación de glóbulos rojos y otros componentes de la sangre. Por lo tanto, el diente de león puede ayudar a las personas anémicas a mantener esta condición regulada y bajo control.
Regula la presión arterial: El jugo de diente de león aumenta la micción tanto en cantidad como en frecuencia. Por lo tanto, ayuda a reducir la presión arterial alta. Además, la fibra también es útil para reducir el colesterol.
De hecho, mejora la pureza de la sangre y el flujo de bilis, que es regulado por el hígado y tiene un papel importante en el buen funcionamiento del mismo.
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