La inflamación causada por la grasa abdominal puede estar relacionada con las primeras etapas del Alzheimer, décadas antes de que aparezcan los síntomas, sugiere una nueva investigación.
“Sabemos desde hace mucho tiempo que a medida que la barriga crece, los centros de memoria en el cerebro se hacen más pequeños”, dice Richards, neurocientífico preventivo e investigador del Alzheimer en el Instituto de Enfermedades Neurodegenerativas de Florida.
Grasa abdominal oculta, esto pasa
“Las imágenes cerebrales vinculan la grasa abdominal o visceral con la disfunción cerebral a través de una cascada inflamatoria”.
Las investigaciones han descubierto que las personas de entre 40 y 50 años que tienen más grasa abdominal oculta tienen grandes cantidades de una proteína anormal llamada amiloide en la parte del cerebro que sabemos que es donde se desarrolla primero el Alzheimer.
Las placas de beta-amiloides y los ovillos de proteína tau en el cerebro son uno de los síntomas característicos de la enfermedad de Alzheimer.
A medida que la enfermedad progresa, las placas amiloides suelen aparecer primero, seguidas de los ovillos de tau.
“También hay diferencias de género, ya que la proporción entre grasa abdominal y amiloide es mayor en los hombres que en las mujeres”, dijo Raj. “Esto es importante porque los hombres tienen más grasa visceral que las mujeres”.
La investigación también ha encontrado un vínculo entre la grasa abdominal profunda y la atrofia cerebral, o la pérdida de materia gris en el hipocampo, el centro de la memoria del cerebro.
“Esto es importante porque la atrofia cerebral es otro biomarcador de la enfermedad de Alzheimer”, afirmó Raj.
Además, la materia gris del cerebro contiene la mayoría de las células cerebrales que le dicen al cuerpo qué hacer.
Finalmente, la materia blanca está formada por fibras, a menudo organizadas en haces llamados tractos, que forman conexiones entre las células cerebrales y otras partes del sistema nervioso.
Grasa visceral e inflamación
Cuando pensamos en grasa, la mayoría de nosotros pensamos en grasa subcutánea, el tipo que se puede pellizcar debajo de la piel o a lo largo de la cintura. La grasa subcutánea suele constituir el 90% del cuerpo, según la Clínica Cleveland.
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