El pleito que inició hace varios días entre algunos deportistas de Estados Unidos y Donald Trump, pica y se extiende. El presidente de los Estados Unidos, insultó a los jugadores de la NFL que protestan contra su gobierno y pidió a los dueños de equipos que los despida.
La manera de protesta inició cuando Colin Kaepernick, el exmariscal de campo de los 49ers de San Francisco, se arrodilló al momento de entonar el himno en un juego de 2016, repudiado la violencia policial contra las personas de color.
Hace unos días Trump, arremetió contra los jugadores de NFL que este año han repetido la acción al momento del himno nacional. Además de esto, indicó a los dueños de equipos que deberían despedir a quienes adopten esta protesta.
Mediante su cuenta en Twitter, el mandatario también invitó a sus seguidores a no asistir a los juegos hasta que paren esta «ofensa» a los símbolos patrios de Estados Unidos.
Las palabras de Trump, fueron cuestionadas por muchos futbolistas, dirigentes y dueños de equipos, incluso la molestia se trasladó a la NBA cuando la estrella de los Golden State Warriors, Stephen Curry, comentó que no asistiría a la Casa Blanca junto a su equipo, al acto que se acostumbra para recibir al campeón de la NBA.
Asimismo, mediante un tuit, retiró la invitación a todo el equipo «Ir a la Casa Blanca es considerado un gran honor para el equipo campeón. Stephen Curry está dudando, ¡por eso se retira la invitación!».
Por su parte, LeBron James le respondió: «ir a la Casa Blanca era un gran honor hasta que tú apareciste».
Guerra con Trump llega a las Grandes Ligas
Cuando parecía que los ánimos iban a calmarse, el conflicto con Trump tomó otro rumbo, pues este fin de semana, el catcher de los Oakland Athletics, Bruce Maxwell, se convirtió en el primer jugador de la MLB en sumarse a la protesta, se arrodilló durante el himno ante la mirada de miles de aficionados.
Con información de El Abonado
