Camilo se extrañaba de recibir en la oficina la invitación a una fiesta de disfraces, no pensó en encajar tan rápido en el grupo. “Vas a ver los caramelos que van a ir”, le decía su amigo Juan Carlos.
No le costó mucho adaptar un traje negro con un sombrero de copa y una capa, el cual lo dejaba ver como un mago. “Llegó Mandrake”, le dijeron los compañeros de la oficina… pero enseguida quedó enganchado con una mujer que estaba en la fiesta la cual vestía como Gatúbela. Le pareció extraño verla sola…
Enseguida comenzaron las conversaciones con la mujer que llevaba un traje ceñido al cuerpo, el cual dejaba ver toda su hechizante figura. Las personas dejaron a Camilo que disfrutara ya que había tragos y comida…
De hecho el lugar se llenó de música, bebidas y pasapalos… ¡a disfrutar! Decía a viva voz Juan Carlos. Comenzaron a gritar de alegría en el lugar… ¡ju ju ju ju! Mientras todos bailaban en un ambiente desenfrenado de alegría.
“No quiero que esta noche se acabe” le decía la dama al contador Camilo. Mientras se unían al «trencito» que arrancaba en toda la sala. Aun le parecía extraño al contador lo que estaba viviendo con la dama…. ¡esto es una locura!
Cuando entraba de lleno la madrugada el contador salió de la sala al porche mientras seguía abrazado a la mujer. Todos estaban gritando de alegría en aquella fiesta donde el todavía se sentía extraño para muchos…. ¡Chico tu estas en tu casa vale!, le decía Juan Carlos…
La fiesta de disfraces
Esa madrugada se encerró en la pasión con aquella mujer de antifaz la cual había conocido horas antes. Las caricias… dejándose llevar por el momento el cual sentía el perfume de la dama. Mientras sonaba la canción Run To You de Bryan Adams en aquella noche de Carnaval, sintiéndose que estaba perdido entre un amor con una desconocida…
Papelillos… serpentinas estaban en la fiesta mientras veía a la mujer de lejos como lo miraba con unos ojos verdes que lo habían flechado. Entre la alegría de aquella fiesta y los tragos se encerró con la dama en el cuarto. ¡Quítate el antifaz completo quiero verte!… dijo el contador… pero ella apagaba la luz… “ya tranquilo… ya habrá tiempo”…
Horas después Camilo sintió todo en silencio… el sol en la ventana en aquel cuarto extraño mientras estaba solo. La mayoría de los compañeros de trabajo se habían ido… Pero lo más extraño fue lo que le dijo Juan Carlos… ¿Camilo como amaneciste en este cuarto?
“No sé yo estaba con la mujer que estaba vestida como Gatúbela, la cual ahora no está”. ¿Qué? Tú te pasaste toda la noche solo, de hecho no había ninguna mujer disfrazada de Gatúbela”. Le pareció en principio una broma…
Pero al ver los videos de la fiesta no había nadie a su lado… “Yo la vi… estaba aquí”… decía Camilo. Mientras nadie le ha podido explicar lo que había vivido…
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El extraño cuidador de la casa
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