Era marzo de 2017, Santi era su apodo, un joven de veinte años que a pesar que lo tenía todo buscaba más. Le gustaban los lujos a todo dar, un jugador de fútbol sala; fiestas de noche y mujeres por doquier; y protagonista de uno de los crímenes más sonados al occidente del país.
El joven quería quedarse con la fortuna de su padre, controlar el dinero y administrar los bienes. Es como llamarlo la ley del alacrán, la cual estos nacen y buscan luego comerse a los que le dieron el ser; es igual lo que quería hacer Santi.
Desde hacía tiempo venía planeando en silencio el asesinato de su propio padre en la capital zuliana. El hombre de 59 años nunca se imaginó que su propio hijo tendría el macabro plan a punto de ejecución.
Su padre le había dado todo, el joven era una especie de príncipe para su padre; pero este ya a los 20 años quería totalizar toda aquella fortuna que amasaba su padre. Es por ello que en 2017 decidió llevar a efecto su plan; para obtener el dinero.
Pero cometió muchos errores que lo dejaron al descubierto y la policía científica solo tuvo que investigar; y darse cuenta que el asesinato de su padre lo había ejecutado el mismo hijo; y aún así este quiso ocultarlo.
La locura de Santi al occidente del país
El 24 de febrero de 2014, el papá del joven se montaba en su camioneta color negro de una famosa marca estadounidense; la cual brillaba como estrella de lo reluciente que estaba; dentro ya su hijo había colocado a dos sicarios para el trabajo.
No tuvo reparo en entregar la misma pistola de su padre a los maleantes para que estos le dispararan, una 9 milímetros; como tampoco darle una llave para que estos se montaran en la camioneta; el empresario se montó cuando lo apuntaron con su misma arma; y sin saber su hijo había planeado todo.
Ya cuando el hombre encendió su camioneta los maleantes le dijeron… “quédese quieto, que es un atraco” pero el quincuagenario aceleró la camioneta estrellándola contra el portón; pero a la vez se escucharon los disparos y los dos delincuentes huyeron del lugar.
Uno de los errores de Santi fue mostrar frialdad y nunca comenzar a llorar o fingir dolor; todo lo contrario se quedó quieto en el lugar. Estaba una persona que era la pareja del papá; pero el hijo la calmó y hasta fingió estar desmayado por el hecho.
Un rato después salió en su camioneta para rescatar a los sicarios que ya iban a tres cuadras alejados del lugar. Pensó que el caso podría ser un cangrejo ya que creyó haber cometido un crimen perfecto; en el cual el hijo asesinaba al padre.
Confesar el crimen planeado
Solo les tomó a los funcionarios de la policía científica doce horas entablar toda la investigación y resolver el caso; donde el mismo hijo confesó que había planeado el asesinato Comentó que había contactado a dos sicarios y le había pagado 250 dólares por el crimen.
No se sabe en manos de quien quedó la fortuna del papá de Santi ya que su otro hijo vive en Italia con su mamá; la exesposa del empresario. Uno de los crímenes más sonados en 2017.
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