Francisco escuchaba en la radio que esa sería la última jornada del torero, en las emisoras de Madrid hablaban de lo que sería su última corrida. El famoso matador esa semana había ofrecido ruedas de prensa en la capital española.
Las personas hablaban del por qué su retiro si aun estaba joven… pero el hombre destacaba que era mejor irse al retiro. Era algo que se le había metido en la cabeza desde hace meses. Había cambiado y sentía que era mejor escribir sus memorias.
Unas semanas antes había tenido pesadillas con toros y con espadas… se despertaba sudoroso a pesar del frío. Mientras veía a su bella esposa al lado… sentía como si aquellos malos sueños le daban un aviso de lo que sería la despedida de las plazas de toros.
Recibía cartas desde distintas partes del mundo, era aquel junio de 1983, era aficionado al fútbol y entraba al Santiago Bernabéu sin pagar entrada. Desde Valencia Venezuela le agradecían por el llenazo en la famosa monumental.
Un periodista venezolano le mandaba los recortes de revistas como de periódicos donde Francisco salía en hombros. Sentía nostalgia y mucha tristeza de retirarse de las plazas de toros.
La última jornada del torero
Esa semana fue a las ganaderías a ver cuáles eran los toros que iba a torear… Veía a lo lejos a un toro robusto… Conoció a esa bestia que se llamaba Careto y sintió escalofríos en el cuerpo. El toro fijó la mirada en la cara del matador.
Así llegaba aquel domingo cuando el torero se vistió de luces y uno de las promesas de nombre Julio sería el encargado de cortarle la coleta al torero. ¿De verdad que se va a retirar?… y dijo sí con mucha seguridad.
Aquella tarde en una plaza de toros salían los matadores… torearon los demás invitados y venía Francisco… quien salió algo dudoso al ruedo. Careto salió y volvió a verlo fijamente… el cuerpo le sudaba como nunca antes en aquel traje de luces…
Quedaron vivos…
El toro vino con todo como con ganas de embestirlo… y se frenó lentamente ante el torero. Francisco se quedó quieto ante la plaza que estaba enmudecida… Careto se quedó viéndolo fijamente y en sus ojos parecía hablarle al torero.
Francisco se quito la corbatilla del traje de luces mientras el toro lo veía fijamente… ¡este es mi retiro!. El torero se ganó los aplausos ante una multitud que se quedaba viendo también al toro que seguía con vida…
¿Pero que hace?… el matador decía un no… con los dedos a la multitud mientras Careto lo observaba a lo lejos. Le dio la espalda al toro… sin consecuencias… dijo al salir ante los periodistas… “es una crueldad”. Hoy es uno de los más acérrimos antitaurinos que hay en España.
Sigue leyendo ahora más noticias en nuestro portal:
Nostradamus y su curiosa profecía sobre el planeta Marte
«Si quieres recibir esta y otras noticias en tu celular, ingresa a nuestras redes sociales y grupos.