Según, un columnista de The Washington Post Josh Rogin señaló a un laboratorio de Wuhan como responsable directo de la llegada del coronavirus al mundo.
En el texto que publicó en el referido medio estadounidense, advierte desde un principio de que “no hay ninguna prueba concluyente”.
Pues, durante el 2018, dos funcionarios de la embajada de Estados Unidos en China habrían visitado un centro de investigación y reportado varias alertas a Washington.
Tras detectar fallos en las medidas de seguridad biológica en el Instituto de Virología de Wuhan, epicentro del COVID-19.
Según explicó el columnista, allí estaban poniendo en práctica investigaciones acerca del coronavirus en los murciélagos.
Asimismo, un documento al que Josh Rogin tuvo acceso, indicó que existía un claro riesgo por la “potencial transmisión del coronavirus en humanos” que podría crear un nuevo brote.
Como ocurrió con el SARS en 2003. Precisamente el objetivo de estos estudios era prevenir una nueva pandemia y anticiparse a ella conociendo cómo podría actuar.
Cabe destacar, que no es demostrable aún que el virus fuese “diseñado”. Para el periodista, un mercado como origen del brote, no tiene una base muy sólida. Puesto que más de la mitad de los casos analizados no tuvo relación con ese.
Origen del coronavirus
Por otra parte, de acuerdo con Fox News, el «paciente cero» de la pandemia podría haber sido infectado por una variedad de virus de un murciélago que estaban estudiando en el laboratorio y que luego pasó a la población de Wuhan.
Sin embargo, el portavoz del ministerio chino de Exteriores, Zhao Lijian, rechazó las alegaciones de que el laboratorio era responsable.
Del mismo modo, un estudio de un grupo de científicos chinos, publicado en enero en la revista The Lancet; reveló que el primer paciente de COVID-19 no tenía ninguna conexión con el mercado de animales de Wuhan. Así como tampoco la tenían 13 de los primeros 41 pacientes.
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