La noche del 14 de abril y la madrugada del 15 ocurrió el hundimiento del Titanic en 1912. Sigue siendo uno de los misterios de la tragedia que ocurrió ese día. Se habían hablado maravillas del barco.
Aquella nave había causado asombro cuando estaba lista para cruzar desde Inglaterra y llegar a Nueva York. De hecho, era el viaje esperado en el barco soñado. Este era uno de los más modernos en aquel tiempo.
El insumergible, este era considerado como uno de los que nunca se a hundir, de hecho el apodo de aquella majestuosa nave era esa precisamente. Pero muchos misterios salieron a la luz aquella noche.
¿No vieron el iceberg?, aun no hay una respuesta de si vieron o no, aquel iceberg en el medio del Atlántico Norte. Cuando fue visto fue muy tarde, y empezó la tragedia para los que iban a bordo del barco.
El hundimiento del Titanic en 1912
Alta velocidad, se dice que los registros de velocidad que llevaba aquella nave fue una de las cosas que pudo haber ocasionado la tragedia. Resaltan que no era tan necesario que el mismo fuera tan rápido. Pero querían engrandecerlo como uno de los barcos más veloces.
1.500 muertos se registraron esa madrugada, los demás barcos estaban lejos del lugar, cerca de cuatro horas llegó el que rescató a los sobrevivientes. Muchos dicen que este no tenía suficientes botes salvavidas, precisamente por su apodo de “insumergible”.
Muy largo, se considera después del hundimiento que este era uno de los más largos. Y que ese sería una de las debilidades del barco a la hora de hundirse. Comentan décadas después que no era necesario hacerlo tan largo.
“Ni Dios puede hundirlo”, la frase que dijo Thomas Andrews, ingeniero británico que estuvo en la construcción del barco. Dicha frase se consideró una de las más retadoras y que sigue siendo una de las que más se recuerda.
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