De todos los estadistas, el fallecido presidente Hugo Chávez fue el amigo más cercano y entrañable de Fidel Castro. Los vínculos entre ambos líderes se consolidaron en 1998, tras la llegada al poder del venezolano. Castro asistió a su toma de posesión y comenzó a convertirse en su mentor político. Chávez dijo en más de una ocasión que Castro era como su padre.
Gabriel García Márquez, quien obtuvo el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, fue cuestionado toda su vida por la amistad que fraguó con Fidel Castro. Para el escritor colombiano, esa amistad estaba por encima de cualquier otra consideración, y su respaldo al gobierno cubano era como “una Comunión de los santos”, según le reveló al escritor mexicano Enrique Krauze en 1978.
Nelson Mandela, en 1991 poco después de su liberación, visitó Cuba para agradecer a Fidel Castro el apoyo brindado a la lucha anti apartheid y a su organización, el Congreso Nacional Africano (ANC). El líder africano consideraba que el apoyo militar cubano en la Guerra de Angola (1975 –2002), contribuyó a debilitar al régimen del apartheid y esto condujo a la legalización del ANC en 1990.
Carlos Alberto Líbano Cristo, conocido como Frei Betto, el teólogo brasileño se entrevistó durante 20 horas con Fidel Castro y publicó la conversación en 1985, en un libro titulado Fidel y la religión. El libro fue inmensamente popular en Cuba, no sólo porque revelaba la relación de Castro con la religión, sino porque mostraba por primera vez algunos de sus gustos personales.
Salvador Allende, visitó Cuba tan pronto como el 20 de enero de 1959, siendo senador, y conoció a Fidel Castro, así como a su hermano Raúl y a Ernesto “Che” Guevara. Una de las primeras medidas diplomáticas de Salvador Allende tras llegar al poder en 1970, fue el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, en desafío de una resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Finalmente, los vínculos de Fidel Castro con Daniel Ortega datan de la década de 1970, cuando el gobierno cubano apoyó logísticamente a los rebeldes del Frente de Liberación Sandinista que derrocaron al dictador Anastasio Somoza en 1979.
Tras el enfermedad de Castro en el 2006, Ortega viajó a Cuba en numerosas ocasiones, la primera ese mismo año. Ambos líderes cultivaron su amistad durante esos frecuentes encuentros.
Con información de Telemundo
