Tras el alzamiento de militares en contra de Nicolás Maduro el pasado 30 de abril; adjudicado por el Presidente Interino de Venezuela, Juan Guaido; Nicolas Maduro Moros ha establecido una orden de capturar a cualquier “traidor” de la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana).
«Si surge un traidor, (hay que) capturarlo inmediatamente. ¡Es una orden: capturarlo inmediatamente!»; advirtió Nicolás Maduro Moros en un acto de alto mando militar de la FANB y 12.000 soldados provenientes del Estado Carabobo.
El mandatario socialista llamó igualmente a «activar» los «sistemas de armas (…) para hacerle imposible al imperialismo cualquier aventura»; refiriéndose a Estados Unidos, que ha impuesto sanciones financieras a Venezuela y ha advertido que «todas las opciones están sobre la mesa», incluida una acción militar.
Luego de que Guiado sea reconocido por un centenar de países; lideró una rebelión en una base aérea de Caracas que fracasó por falta de respaldo castrense. A raíz de la sublevación, 14 diputados opositores han sido imputados. Uno de ellos, el vicepresidente del Legislativo, Edgar Zambrano; fue arrestado y los demás se encuentran refugiados en sedes diplomáticas o en la clandestinidad.
Washington se ha sumado a los pedidos del dirigente opositor; ofreciendo levantar sanciones a militares que desconozcan a Maduro.
Por su parte, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino; declaró la «lealtad sublime de la Fuerza Armada a las leyes, la Constitución y a nuestro comandante en jefe»; así como al «legado» del fallecido ex presidente Hugo Chávez (1999-2013). Sin embargo, ha estado convencido de que no exista ningún “traidor” de la FANB.
Tras la declaración de Padrino, tanques de guerra hicieron disparos de salva en honor a Chávez.