Miles de personas salieron a las calles de Moscú en apoyo al opositor encarcelado Alexéi Navalni, en medio de una jornada de protestas que se extendió en todo el país pese a la prohibición de manifestarse por parte de las autoridades.
El equipo del activista anticorrupción, víctima de un envenenamiento en agosto, publicó a lo largo del día vídeos de estas manifestaciones, donde decenas, cientos e incluso miles de personas clamaban Vladimir «Putin ladrón», «Navalni, estamos contigo» o «Libertad para los presos políticos».
Hasta el momento, se efectuaron más de 2.100 arrestos en Rusia, de los cuales alrededor de 795 se produjeron en Moscú; mientras que al menos 309 ocurrieron en San Petersburgo.
Estas protestas se organizaron a pocos meses de las legislativas previstas en el otoño boreal, en un contexto de caída de la popularidad del partido en el poder Rusia Unida.
Las primeras manifestaciones en el Extremo Oriente y en Siberia, donde miles de personas salieron a las calles en Vladivostok, Jabarovsk, Novosibirsk y Chita; tuvieron que enfrentarse a importantes efectivos de la policía. Y en algunos lugares, la represión resultó brutal.
Poco después, en Moscú, se congregaron miles de manifestantes en la céntrica plaza Pushkin, según pudieron comprobar periodistas de la AFP. «Rusia se volverá libre», decían los presentes, que desean caminar hacia el Kremlin. Según las fuerzas del orden, alrededor de 4.000 manifestantes estaban reunidos en Moscú.
No obstante, desde antes de que comenzaran la protestas en Moscú, agentes antidisturbios, desplegados en gran número; ya arrestaron a varias decenas de personas e instaban a los manifestantes a «abandonar la concentración ilegal».
Por su parte, la policía moscovita advirtió el viernes de que «reprimirá» cualquier protesta no autorizada que considere una «amenaza para el orden público». La alcaldía de la capital denunció manifestaciones «inaceptables» en medio de una pandemia.
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Protestas en Rusia
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Arresto de Navalni
En detención hasta el 15 febrero al menos y con varios procesos judiciales abiertos en su contra, Navalni, de 44 años, resultó detenido el 17 de enero a su regreso de Alemania; donde se recuperó durante meses de un envenenamiento, del que siempre acusó al Kremlin.
Tres laboratorios europeos también llegaron a la conclusión de que se trató de un envenenamiento. Moscú lo niega rotundamente y denuncia un complot.
Aún consciente que se exponía a ir a la cárcel, Navalni decidió regresar a Rusia con su esposa el pasado domingo y pidió a sus partidarios que se manifestaran.
Poco después de su regreso, publicó además una investigación sobre un fastuoso palacio a orillas del mar Negro, del que se beneficiaría el presidente ruso, Vladimir Putin. El vídeo que lo acompaña tuvo 67 millones de reproducciones en YouTube desde el martes.
Detenida esposa de Alexéi Navalni
La Policía rusa detuvo este sábado en Moscú a Yulia Navalnaya, esposa de Alexéi Navalni, informó ella misma en un mensaje de su cuenta de Instagram.
«Perdón por la mala calidad. Hay una luz muy pobre dentro del furgón policial», escribió la mujer de Navalni debajo de una fotografía suya.
En la citada red social, Navalnaya anunció recientemente su intención de manifestarse en Moscú por su esposo, que «nunca se rinde».
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