Quizás, después de los religiosos, los mitos racistas sean los más arraigados en el imaginario de los pueblos. Pero mientras los mitos religiosos pueden ayudar a cohesionar conductas de convivencia y fraternidad, el racismo es un detonante altamente peligroso. El asesinato sistemático de seis millones de judíos en campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial tristemente lo corrobora.
Estar inmerso en los mitos racistas, convivir con sus postulados obstaculiza la conciencia de los mismos. Incluso quienes se declaran abiertamente racistas desconocen la fantasía que recrea sus convicciones. La conciencia es un esfuerzo. Para la mayoría resulta más fácil dejarse llevar por aquello que se siente natural y obvio. No importa que pisotee la dignidad humana.
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El genetista de la Universidad de Londres, Adam Rutherford lo plantea así: «El racismo se expresa hoy en público más abiertamente que nunca y es nuestro deber combatirlo con hechos». Estos son algunos de los mitos racistas más recurrentes que pueden ser desmantelados con argumentos basados en hechos científicos.
Mitos racistas del ADN
A pesar de la categorización de grupos humanos por colores de la piel, estas variaciones no reflejan diferencias genéticas. Todos los humanos compartimos el mismo ADN, un hecho que delata nuestros orígenes de África. No hay conjuntos homogéneos de variantes que permitan definir grandes grupos humanos a los que podamos denominar razas.
La pureza racial
La movilización del Homo Sapiens por el planeta Tierra derriba cualquier argumento de naciones estáticas. Pensar que existe una “pureza” racial ligada a un territorio es uno de los mitos racistas más manejados. «La pureza racial es simple fantasía. Para los humanos no hay sangre pura. Somos mestizos enriquecidos con la sangre de multitudes», explica Rutherford. Y agrega el genetista, «cada supremacista blanco tiene ancestros de Medio Oriente, cada racista tiene ancestros africanos, indios, asiáticos, y lo mismo pasa con todos los demás».
La amenaza de los inmigrantes
Quienes sostienen mitos racistas suelen expresar temor y enojo ante la llegada de inmigrantes. La extrema derecha expresa consignas antimigrantes como “Alemania para los alemanes”o “Francia para los franceses”. En realidad, países como Alemania y Francia han tenido inmigración a lo largo de su historia. De hecho, casi todas las naciones la han tenido.
Las islas británicas, por ejemplo, empezaron a ser el hogar de inmigrantes cuando se separaron del continente, hace 7.500 años. El territorio francés ha sido invadida por vikingos, sajones, hunos y decenas de tribus y clanes.
Tests que prueban que eres 100% blanco
Los cultores de mitos racistas utilizan pruebas comerciales de genealogía para «probar» que son 100% blancos. Ignoran que generación a generación nos vamos deshaciendo del ADN de nuestros antepasados.
«Solo llevas la mitad del ADN de las últimas 11 generaciones de tus antepasados. Es posible que no estés genéticamente relacionado con personas del siglo XVIII de las que en realidad desciendes», dice Rutherford.
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«Desciendes de multitudes, de todas partes del mundo, de personas que crees que conoces y de muchas de las cuales no sabes nada. Con muchos de ellos no tienes ningún vínculo genético», agrega.