El abuso sexual infantil es uno de los delitos más complicados cuando se trata de encontrar testigos o pruebas, lo que hace aún más difícil este proceso.
Sin embargo, cuando un niño confiesa o habla de un abuso de carácter sexual, emocional o físico, no se deben ignorar estos anuncios.
Análisis han demostrado que solo entre el 2% y el 8% de los niños miente al hablar de abuso infantil.
Resulta difícil descubrir si un niño o niña ha sido abusado sexualmente, sobre todo si no tiene secuelas físicas visibles como infecciones, marcas, cortes, quemaduras, fracturas, lesiones, sangre o dolor genital.
Pero, ¿qué hacer si un pequeño no llega a contar lo que está sucediendo? Existen algunas señales de alerta para detectar un caso de abuso en menores de edad que quizás no pueden comunicarlo tan fácilmente, ya sea por miedo o poco entendimiento.
Señales de alerta para detectar abuso sexual en menores
Conocimiento, comportamiento, dibujos y lenguaje sexual que no corresponde con su edad
Cuando un niño o niña habla y da detalles concretos sexuales, tiene una actitud sexual con sus juguetes o se dirige a los demás de forma sexual.
Estado de ánimo y comportamiento alterado
Cuando el pequeño es poco afectuoso y no quiere que le toquen, está inquieto, irritable, nervioso, triste o llora desconsoladamente.
Incluso a veces, hay niños que vuelven a tener comportamientos (regresiones) que ya tenían superados como mojar la cama o actitudes infantiles.
Alteración del sueño
Es muy habitual que los niños que sufren abuso sexual se encuentren cansados porque no duermen bien o tienen frecuentes pesadillas.
Cambios en la higiene
Los niños que han sufrido abusos empiezan a tener una excesiva o falta de higiene.
Esto sucede debido al estrés o la culpa que sienten ante estas situaciones. Hay niños que sienten vergüenza o tratan de protegerte, por lo que evitan que se les vea desnudos.
Alteraciones en la alimentación
Igual que ocurre con la higiene, algunos niños cambian su alimentación o se niegan a comer debido al estrés que les genera ser víctimas de abuso.
Bajo rendimiento académico
La capacidad de concentración va a disminuir y con ello, es habitual que sus notas empiecen a descender y pierda el interés por los estudios.
Aunado a estas señales de alerta, siempre es importante mantener una buena comunicación con los pequeños, así como asegurar la supervisión incluso dentro del hogar, incluso al estar rodeado de familiares o personas de confianza.
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