Era 1982 y Venezuela era una joya en el Caribe y en el mundo y en aquellos años la fiesta del Jeque causó sensación y luego mucha rabia. Nadie olvida cuando llegó Alá Al Fadilli Al Tamini a Venezuela en aquellos años ochenta.
En ese tiempo se había tejido comentarios que el hombre venía a invertir en el país y a generar trabajo y buscaba socios con dinero. La llegada del hombre a Maiquetía deslumbró a todos; con su atuendo de árabe; el hombre venía con muchas maletas.
Enseguida citó a muchos empresarios quienes dijeron que sí asistían a aquella prestigiosa celebración. Hombres de negocios, ministros, conocedores del petróleo se anotaron en esa lista de la celebración.
Se supo de algunos actores de televisión que querían conocer al hombre pero en la lista fueron cuidadosos, solo algunas modelos para bailar salsa; y nada de «arroceros». La gente preguntaba si aquel hombre llegado desde tierras lejanas sabía bailar salsa.
El Jeque el cual algunos lo llamaban “excelencia” decidió que no iba a realizar una sola celebración haría varias para atender a la gente. Ya que la lista era larga eso sí quería ver empresarios y muchachas bonitas.
La fiesta del Jeque
Desde mucho antes de entrar a aquel salón del hotel se sentía el aroma a perfume caro y rostros conocidos. Se dice que hasta una alfombra roja desplegaron para recibir al hombre y a sus invitados.
Pues la gente se sorprendió al ver a aquel Jeque bailar salsa de manera perfecta además de tomar whisky; algo extraño verlo en una persona de esas tierras. Varias modelos bailaron con el árabe esa noche y algunos empresarios se encargaron de asociarse al hombre.
Esa noche en las mesas los empresarios dijeron que el hombre iba a invertir 300 millones de dólares en el país; ya avanzada la noche la cifra subió de 300 a 500 millones. Y la gente estaba maravillada con lo que aquel árabe prometía.
El hombre había llegado con una chequera y todo lo pagaba con el papel que para aquel tiempo no se conformaba. Eso sí decía que todo tenía que ser rápido para salir del país a tiempo; ya que lo esperaban en otras tierras para futuras inversiones.
La Gran Estafa
El hombre dejó una tarde el hotel rumbo a Miami, de hecho, la gente se sorprendió de su partida en aquel frío 1982. Pero luego de allí vino el descubrimiento el hombre había dado unos cheques de un banco el cual destacó que en esa cuenta no había fondos.
Todo el mundo se sorprendía de aquella mala sorpresa, incluso el hombre había recibido dinero de varios empresarios; es decir se llevó dinero. Ministros, personajes de la sociedad caraqueña ya no podían hacer nada.
Todos estaban en fotos al lado de un “estafador” el cual nunca se supo de su paradero. Fermín Mármol León, comisario de la antigua PTJ se iba a encargar de las averiguaciones; pero al ir a Miami no encontró ninguna pista.
Luego de la fiesta del jeque, dejó a todo el mundo sorprendido, incluso luego de eso dudaron que el nombre que había dicho era su verdadera identidad. Muchos recuerdan a aquel hombre que engañó a algunos empresarios venezolanos.
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