La experiencia masiva de aprendizaje en línea es una situación inédita. Todos los países involucrados realizan esfuerzos para implementar una plataforma educativa de emergencia. El coronavirus nos está llevando a replantear la enseñanza en un esquema para el cual no estábamos aún preparados.
La implementación de este sistema genera mucha inquietud y preocupación en los docentes y familias. En muchos casos las estrategias son confusas o demasiado complicadas para los involucrados. ¿Hay algo que los maestros y las familias puedan hacer para frenar estos problemas con el aprendizaje en línea debido a COVID-19? Un artículo publicado por The Conversation esboza tres estrategias para lidiar de una manera más provechosa con esta situación.
Aprendizaje en línea social
Entablar relaciones durante el proceso es de suma importancia. Imágenes, clips de audio, videos, emojis y GIF ayudan a las personas a transmitir sus puntos de manera más clara y colorida. Verlos como una frivolidad es un error. Los docentes deben alentar a los estudiantes a usar esas herramientas para construir y fortalecer sus relaciones sociales.
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Los alumnos también se beneficiarán cuando las escuelas creen oportunidades para pasar tiempo no instructivo con otros estudiantes en línea. Sin duda, las escuelas también deben establecer y hacer cumplir una “etiqueta de red” clara (modales en línea) para desalentar el acoso digital y apoyar una cultura positiva.
Una pregunta frecuente durante el aprendizaje en línea por parte de los estudiantes es la razón de abordar ciertos temas. Es imperativo que los estudiantes entiendan por qué lo que están aprendiendo es relevante.
La tecnología puede ayudar. Por ejemplo, los videos y otros recursos en línea pueden mostrar instantáneamente a los estudiantes cómo un tema en particular puede ser esencial para ciertas carreras.
Nuevas rutinas
El aprendizaje en línea, incluso con algunas instrucciones diarias en tiempo real, es a su propio ritmo y autogestionado. Los estudiantes se beneficiarán de una nueva rutina diaria que se adapte a su horario escolar virtual y a las necesidades de su familia.
Es probable que se involucren más con el aprendizaje en línea si se espera que se preparen para el día actuando como si realmente estuvieran asistiendo a la escuela. No es buena idea que simplemente se levanten de la cama y enciendan la computadora.
Los estudiantes a menudo no saben cómo establecer metas razonables de manera efectiva. Les resulta difícil administrar su tiempo, tomar notas, estudiar para exámenes, pedir ayuda de manera constructiva o planificar y llevar a cabo proyectos de investigación.
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Debido a que descubrir todo eso solo se vuelve más difícil con el aprendizaje en línea, los niños y adolescentes se beneficiarán si establecen planes diarios con metas alcanzables. Las familias pueden ayudarlos a mantener sus planes encaminado. Pueden animarlos a pensar en las estrategias que están usando y recordándoles cuándo y cómo aplicar los métodos de estudio apropiados.
Apoyo familiar
Por ejemplo, mientras un alumno mira un video instructivo en línea, es aconsejable que los padres y otros tutores de vez en cuando les pidan que hagan una breve pausa. Pueden entonces preguntar “¿Entiendes lo que has visto hasta ahora?” Si no es así, se debe sugerir un que comiencen de nuevo.
Resulta fundamental durante el aprendizaje en línea que el estudiante sienta que se trata de un trabajo en equipo. La sensación de una labor aislada y solitaria debe evitarse a toda costa. Mientras más miembros de la familia se vean involucrados en el proceso de aprendizaje, tanto más rica será la experiencia.