Toque de queda en Ecuador, a pasar que los indígenas aceptaron dialogar directamente con el presidente Lenín Moreno, tras diez días de protestas por las medidas económicas.
Pero el decreto de Toque de queda también puso en peligro ese acercamiento entre ambos sectores.
Aunque el mandatario aseguró que la medida es para resguardar la seguridad en el país, sobre todo en Quito.
Desde hace diez días comenzaron las protestas por las medidas que de entrada eliminaron el subsidio de la gasolina; tras acordar un préstamo de 4.200 millones de dólares con el FMI.
Toque de queda amenaza diálogo
A partir de las 10:00 de la noche del país meridional comenzaba a regir la medida del mandatario; que hace sus movimientos desde Guayaquil, donde se «mudo» hace días.
Moreno decreto toque de queda, aunque más temprano el movimiento indígena había aceptado dialogar con el Gobierno.
Eso deja en tres y dos la posibilidad de reunirse para buscar salidas o acuerdos; necesarios para salir de la crisis que ha dejado por lo menos cinco muertos; además de cientos de heridos y más de un millar de detenidos.
«He dispuesto al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas inmediatamente tomar las medidas y operaciones que sean necesarias para restablecer el orden», aseguró Moreno.
En el mensaje televisado al país, también felicitó a la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) por haber aceptado su invitación a dialogar», reseñó la agencia EFE.
Culpa a bandas y a «correistas»
Remarcó que el Toque de queda es para frenar el vandalismo proviene de «los traficantes, los narcotraficantes, Latin King (pandilla), criminales y correístas» al referirse a los simpatizantes del expresidente Rafael Correa.
Aseguró que los campesinos ya detectaron a los infiltrado y los están separando de sus filas.
Conaie quiere conversar
Para Leonidas Iza, uno de los líderes de la Conaie, que comanda a los indígenas, pidió a las Fuerzas Armadas tomar el mando que se le fue de las manos a Moreno.
«Queremos conversar para que se garantice la intermediación para resolver este conflicto» recalcó el dirigente.
«Cacerolazo» tras la medida
Con un sonoro cacerolazo desde sus casas, miles de ecuatorianos reclamaron este sábado en Quito el cese de la violencia tras el toque de queda decretado por el Gobierno.
La calma que registraban las calles de Quito con el toque de queda, que obligó a sus ciudadanos a resguardarse en sus domicilios, fue rota por miles de golpes metálicos.
«¡Paz, paz!», gritaban algunos participantes para remarcar la finalidad de los repetidos golpes a cacerolas desde sus balcones y terrazas, reseñó EFE.
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