Si bien Qatar 2022 es un Mundial muy esperado por la modernidad de sus estadios; las construcciones de estos vienen desatando una serie de denuncias por parte de los trabajadores esclavos dicho por ellos mismos; sin embargo, el medio alemán Sport Inside conversó con algunos obreros que revelaron detalles de las condiciones de esclavitud en las que pasan sus días.
Muchos de estos trabajadores esclavos son inmigrantes en el país asiático y están trabajando una media de 14 horas por día, según denuncia la agencia; así, sobrepasan con creces el límite de 48 horas semanales; puesto que se van hasta las 72.
Unas de las quejas más comunes son la falta de pago; las situaciones miserables en las que trabajan y, sobre todo,la situación de esclavitud en la que se encuentran debido a que los jefes les han quitado sus pasaportes.
Entrevistas a los Trabajadores
Los primeros trabajadores entrevistados son Adi Gurung y Dil Prasad, ambos de Nepal; ellos expusieron, con mucho temor, la situación desesperante en la que se encuentran.
Adi Gurung denuncia que no hay cumplimiento en el pago de los salarios.
«El jefe nos dice desde noviembre que pronto nos van a pagar», afirma.
«Somos prisioneros, ya no puedo más, solo quiero ir a casa; ni siquiera podemos llamar a nuestras familias en Nepal», dice Dil Prasad.
«Tenemos que ser salvados»
«Todos debemos ser salvados de esta situación; porque también se trata de nuestras familias en Nepal; mi esposa y mis dos hijos están pasando por momentos difíciles. No he podido enviar dinero durante siete meses, alguien tiene que ayudarnos», dice Adi Gurung.
«Vi morir a dos trabajadores»
«Dos trabajadores murieron en el estadio ante mis ojos; Estábamos en shock. Nos negamos a seguir trabajando, pero los superiores nos obligaron», contó.
También hizo mención que en algunas ocasiones vio cómo otros trabajadores recibían maltratos físicos por parte de sus jefes.
«Alguna vez, siete trabajadores fueron golpeados sin ninguna razón», asegura.
Por su parte, el gobierno de Qatar prometió en febrero que mejoraría la condiciones de trabajo tras las críticas de Amnistía Interncional.
Mientras se esperan las mejoras se vuelven realidad en su totalidad; muchos obreros continúan pasando sus días en condiciones inhumanas.
Consecuentemente, algunos trabajadores se arrepienten de haber decidido trabajar en la construcción de la gran fiesta del fútbol.
«A veces me pregunto si no sería mejor estar muerto», dice con gran preocupación el trabajador Adi Gurung a Sport Inside.