La ciudad de Valencia, este sábado 25 de marzo, arriba a sus 468 años de fundada y ha sido un largo recorrido, abarcando gran parte de la historia de Venezuela.
Como cada año, los valencianos celebran un día más para la ciudad que los vio nacer; y que siempre les abre sus puertas a los foráneos que desean comenzar una nueva vida en la capital de Carabobo.
Con sus parajes verdes, sus montañas y el característico Lago de Valencia, los ciudadanos caminan por las extensas calles; y recorren el casco central buscando a última hora la prenda que deben comprar.
Un casco central que no descansa
Mientras que otros, prefieren descansar un rato en la Plaza Bolívar, que ahora está en remodelación, pero por años ha sido uno de los iconos de Valencia. Sus árboles frondosos y viejos, albergan algunas especies de animales, como las ardillas e iguanas.
En cambio, otros prefieren pedir a “Jesús” y la Virgen del Perpetuo Socorro “un milagro” para sanar. Pues, las puertas de la Catedral de Valencia están abiertas para aquellos creyentes que desean expiar sus culpas.
También, está la conocida Iglesia San Francisco, que ahora es el Santuario del Beato José Gregorio Hernández. Allí, los fieles seguidores del “médico de los pobres” tienen un lugar para seguir con las peticiones y fe.
Igualmente, está la Plaza Sucre, sitio propicio para descansar la jornada, y al lado está la antigua sede de la Universidad de Carabobo (UC), donde funcionaba la facultad de derecho.
El centro de Valencia siempre ha sido movido, y en más de una ocasión las calles del Boulevard han sido remodeladas por los anteriores gobiernos. Dando paso a la modernidad; pero sin olvidar los techos rojos de las casas de antaño.
Las tardes de café y tertulia no se pueden dejar pasar, para ello el Teatro Municipal de Valencia, es otro de los referentes culturales de la población. Sus tablas han servido de escenarios para grandes obras que han presenciado el público en sus respectivos balcones.
Así que el casco central de Valencia es uno de los puntos más concurrido por la población; pues tiene la facultad de conectar el norte con el sur; ya que la famosa Avenida Bolívar de Valencia es interrumpida para dar paso, al centro.
De norte a sur por la avenida Bolívar
La avenida Bolívar se puede decir que comienza después de la famosa Redoma de Guaparo. Desde allí, inicia una de las arterias más populares de la comunidad. Y termina antes de llegar al Puente Santa Rosa.
Sin lugar a dudas, Valencia se ha adaptado a la modernidad, al cambio y el progreso. A pesar de los auges, aun en ciertos rincones se mantienen la valencianidad del ayer. Como es la famosa heladería Olympia, todavía atendida por su dueño Concetto Di Tomasso.
Así mismo, puedes localizar por la avenida Rojas Queipo, cerca del Parque Fernando Peñalver, el Palacio de Los Iturriza o La Quinta La Isabela. Este palacete ha sido un símbolo de nuestra ciudad y el mismo está a la vista de todos.
Se hizo a finales del siglo XIX y su dueño era Don Miguel Iturriza, dicen que se inspiró en modelos románticos de Europa; el mismo tiene una torre mirador, un porche y adornos, los cuales siguen siendo originales.
Así que el arquitecto Francisco Fernández Paz se encargó de plasmar en obra los deseos de sus dueños; pues querían muchos detalles que se asemejara a una obra del viejo continente en la Valencia del Rey.
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De igual manera, en la avenida Bolívar de Valencia está la famosa parada La Torre Banaven; que es uno de los lugares más concurrido por los negocios, oficinas, consultorios, tiendas y comercios, entre otros.
Así mismo, sucede con el Centro Comercial Camoruco, El Viñedo, El Polideportivo Misael Delgado y otros lugares que desaparecieron con el tiempo, como son: El Perecito y la Heladería 007.
El pulmón natural de Carabobo
Hablar de Valencia, se debe referir al Parque Fernando Peñalver, que es considerado uno de los pulmones naturales del estado Carabobo; y cala en los iconos de la Novia del Sol, que cumple 468 años de fundada.
En la actualidad, esta referencia recreativa abarca 22 hectáreas de superficie y 4,5 kilómetros aproximados en caminerías; y condesa tres parques en un solo pulmón natural, que son el Parque Negra Hipólita, el Metropolitano y por supuesto, el Fernando Peñalver.
Lo cierto, que este monumento natural, maravilla a grandes y chicos, pues las personas van a un sitio recreativo y con espacios naturales para olvidarse de sus penas; o simplemente liberarse del estrés que han tenido en la semana.
Al recorrer un poco, las caminerías o espacios naturales se ven personas reunidas en grupos de amigos; ha sido un punto de esparcimiento, propicio para leer un libro, disfrutar, correr, hacer ejercicios, jugar fútbol y hasta para estudiar o también dibujar.
Un aquarium de Valencia para el disfrute familiar
El Aquarium de Valencia es un parque recreativo, construido en el primer acueducto de la Ciudad de Valencia, conocido también como la “Vieja Caja de Agua”, construido en 1886, bajo el mandato de Antonio Guzmán Blanco.
El acuario está dividido en 5 áreas diferentes de exhibiciones de animales que son: Terrarios, Serpentarios, Acuarios y Zoológico. Además, el Centro de Colección Científica de la Fauna Venezolana que cuenta con muestras preservadas.
Adicionalmente, el parque cuenta con un parque de diversiones que complementa los atractivos del paseo, así como también servicios de estacionamiento, fuente de soda, heladería, restaurant, parques infantiles, caminerías, salón de fiesta y auditorio.
El Puente El Morillo aún se mantiene
Para finalizar, en Valencia hay muchos sitios históricos que todavía perduran con el tiempo. Pero, uno de los más emblemáticos, el famoso Puente El Morillo y la Plaza de Los Enanitos.
La historia revela que hace más de 200 años, el general español Don Pablo Morillo, mejor conocido como “el pacificador” ordenó construir el puente Morillo para facilitar a los pobladores de aquel entonces entrar a Valencia y no tener que vadear el río Cabriales.
En esa época de conquista española, el ejército realista puso a disposición los presos patriotas que tenían en su poder para edificar tan importante infraestructura en la ciudad de Valencia.
Las personas que venían de Caracas, Maracay, los llanos o Guacara lograron continuar su camino Real e ingresar a Valencia por medio de esta gran obra, que fue inaugurada en 1820.
Pero, en 1902, una fuerte tempestad azotó la ciudad y el nivel del Cabriales subió con tal fuerza que destruyó el puente.
Es por ello que, el gobierno de Cipriano Castro, “el restaurador”, le encomendó al ingeniero Antonio Malaussena su reconstrucción. Para el año 1903, hizo la entrega. Para esa época, muchas personas plantearon en el Concejo Municipal colocarle el nombre de puente “Restauración”. Sin embargo, los valencianos rechazan tal pretensión y siguen llamándole puente Morillo.
Así que la valencianidad no es solo costumbre, tradiciones y cultura. También, son esos lugares que a pesar del tiempo siguen vigente en los corazones de sus pobladores. La Valencia del Rey se preserva, aunque le ha dado paso a la modernidad. ¡Feliz cumpleaños a la Novia del Sol!
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