El devastador terremoto de Haití de 2010 cumplió diez años el pasado domingo; donde miles de personas murieron. En la actualidad, el dolor se mezcla con la ira por los esfuerzos fallidos de reconstrucción y las continuas inestabilidad política del país.
Durante unos 35 largos segundos, un terremoto en Haití de magnitud 7.0 transformó la capital, Puerto Príncipe; y las ciudades cercanas en ruinas polvorientas. Matando a más de 200.000 personas e hiriendo a otras 300.000.
Asimismo, más de 1.5 millones de haitianos quedaron sin hogar; dejando a las autoridades de la isla y a la comunidad humanitaria internacional ante un desafío colosal. En un país que carece de un registro de tierras o de reglas de construcción.
Según, un economista de Haití, Kesner Pharel; “ha sido una década perdida, totalmente perdida. La capital no ha sido reconstruida, pero nuestra mala gobernanza no es responsabilidad exclusiva de las autoridades locales».
Además, añadió «a nivel internacional no hemos visto un mecanismo para administrar la ayuda que permita que Haití se beneficie”.
Sin embargo, los miles de millones de dólares prometidos por los donantes internacionales en las semanas posteriores a la catástrofe parecen haberse desvanecido.
Igualmente, alimentando la amargura de los sobrevivientes que están hoy expuestos a los mismos peligros que existían antes del terremoto en Haití.
Desastre en Haití
Cabe destacar, que el devastador terremoto destruyó cientos de miles de hogares en Haití. Así como edificios administrativos y escuelas, sin mencionar el 60% del sistema de salud.
No obstante, una década después, la reconstrucción del hospital principal del país sigue estando incompleta; y las organizaciones no gubernamentales luchan para compensar las muchas deficiencias del Estado.
Pues, 34.000 desplazados en Haití, siguen en los mismos refugios temporales; con graves carencias sanitarias y sin abastecimiento regular de agua o luz.
Al menos 11.581 millones de dólares han sido distribuidos en 2.552 proyectos de reconstrucción de Haití. Pero muchos de estos proyectos no fueron terminados.
Por otra parte, Haití carece de Gobierno desde marzo de 2019. El vacío de poder se agravó, cuando terminó el mandato de los diputados y un tercio de los senadores, no tienen reemplazo.
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