Justo en el mes de junio de cada año se celebra el criticado Festival de Yulin, en China, donde miles de perros se comen como pasapalos.
Durante la periódica fiesta de solsticio de verano, los defensores de los derechos de los animales alzan su voz. Claman por el fin de la festividad que abarca unos diez días.
Allí cerca de diez mil perros que exhiben en jaulas de madera son sacrificados.
Los organizadores del festival alegan que los perros son sacrificados de manera humana y que «comer perro no es diferente de comer carne de cerdo o de res».
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A principios de junio, el Ministerio de Agricultura de China publicó una lista con las 33 especies que pueden ser criadas en el país para su consumo. Y en el inventario por primera vez, no aparecía el perro. Todo hacía creer que esos animales se salvarían esta vez.
La nota ministerial apuntaba a que este animal ya no se consideraba ganado. Además se prohibía su cría en las granjas para el consumo humano.
Reprochado Festival de Yulin
«Hoy en día, los perros tienen otros usos, reflejados en las funciones de animal de compañía. Tienen una relación más cercana con los seres humanos», esa fue la explicación que dio el Ministerio. Los colectivos animalistas lo aplaudieron. Llevaban años reclamándolo. Organizaciones como Humane Society International (HSI) estiman que anualmente se matan entre 10 y 20 millones de perros en China por su carne. Y esta medida al fin sacaría a los perros del menú. O al menos eso se creía.
Desde 2009, el Festival de Yulin en la ciudad de Yulin, al sudeste de China, los perros son los protagonistas. Durante el evento cocinaban hasta 15.000. Tras la prohibición gubernamental se creyó que esos animales dejarían de ser noticia.
Pero este año 2020 y en plena pandemia la festividad volvió. Venden la carne de perro como tequeños. Se pueden comprar para cocinar en la casa. También los degustan en los kioscos. Además se exponen en jaulas perros vivos para los visitantes que acuden cada año. Los más cariñosos son los primeros en venderse durante en el Festival de Yulin.
En defensa de las mascotas
La organización Humane Society International, ha recogido millones de firmas para solicitar la erradicación de la festividad. La agrupación insiste en la necesidad no solo por el bien de los animales sino también por la salud pública.
Recuerdan que la actual pandemia se originó en un mercado de anímales de China. El gobierno de Bejín los prohibió ante la presión internacional, pero después los permitieron de nuevo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió además que el comercio de perros propaga la rabia y aumenta el riesgo de cólera. Según la organización animalista, la mayoría de los perros los extraen de las calles o roban las mascotas.
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Para sacrificarlos los golpean y por último los colocan en una máquina para depilarlos. El consumo de animales salvajes es común en China.