Por su estrecha relación con la edad, la felicidad no se desarrolla linealmente. Su polvo dorado nos llueve por lapsos durante ciertos momentos de la vida. Por correspondencia, los vacíos que deja en su ausencia los ocupa su condición contraria. La infelicidad también tiene su ciclo.
Según un estudio del economista y profesor de la Universidad Dartmouth College David Blanchflower, existe una “curva de la felicidad”. La investigación involucra 134 países y sus resultados fueron publicados por la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos.
La edad de la infelicidad está en el medio
El trabajo de Blanchflower advierte un patrón que se repite en diferentes contextos culturales. Nos sentimos bien en la edad de la adolescencia, infelices hacia finales de los 40 y recuperamos el bienestar en la vejez.
Puedes leer: Ticlio Chico la zona más pobre de Suramérica ubicada en Perú
Es decir, la infelicidad anida en nuestra alma en los supuestos años de madurez, mientras que nuestros mejores momentos se encuentran en la etapa inicial de la vida y después de los 50. El amanecer y el crepúsculo acaparan lo más radiante de nuestra existencia.
Un artículo de la BBC puntualiza los resultados. La base de datos analizada a partir de encuestas internacionales arrojó reveladores promedios. La edad más infeliz en los países desarrollados son los 47,2 años mientras que en los países en desarrollo es 48,2.
Arraigado en los genes
«Es algo que los humanos tenemos profundamente arraigado en los genes», le dice el autor del estudio. «A los 47 la gente se vuelve más realista, ya se dieron cuenta que no van a ser el presidente del país».
Y pasados los 50 años, explica, «te vuelves más agradecido por lo que tienes.” Las tormentas se aminoran en la edad de la calma. “A los 50 le puedes decirle a una persona que tienes buenas noticias porque de aquí en adelante las cosas van a mejorar».
Cambio de actitud
Y aunque no cambien mágicamente las condiciones objetivas de la vida, si se afina la percepción del bienestar. «Hay personas que a los 70 están sanas y felices de tener trabajo. En la mitad de la vida es cuando tienes más responsabilidades», explica.
La psicología por una especie de resignación salvadora que llega con los años. La edad avanzada permite la sana disminución de las aspiraciones inviables. Ya se conocen fortalezas y debilidades y se acaban los sueños delirantes.
Puedes leer: ¿Está disminuyendo la población mundial?
La tendencia general en la percepción de bienestar, se suma también el factor económico. Blanchflower argumenta que hacia finales de los 40 se exacerba la vulnerabilidad frente a un contexto económico adverso. Estar en la mitad de la vida es estar en un momento de vulnerabilidad, concluye.