Arturo de 68 años quería vivir una aventura con una mujer, no sabía que perdería la vida con la Reina del Insecticida. Soñaba con tener a aquella mujer gordita, de cabellos largos y aspecto indígena; le dijo a su familia que saldría con unos amigos y estos le creyeron.
Yadira, lo esperaba en uno de los bares al abuelo de 68 años el cual apareció perfumado a la cita; le dijo que lo esperaba afuera. “Creo que lo mejor es que brindemos por este momento no crees, y nos vamos a un lugar apartado”; le dijo la mujer. Arturo compró una botella y brindaron.
No hubo palabras de amor, solo sueño, sentía que estaba venciéndole el sueño, cuando veía que llegaban unas personas. La policía de Florencia en Caquetá estaba sorprendida por lo ocurrido; Arturo apareció semidesnudo, envenenado, sin dinero, celular y su anillo.
Al cabo de dos semanas, Remigio en las calles de Caquetá conoció a una mujer que aunque no era bonita le gustó como lo vió. “Que abuelo tan guapo” le dijo la mujer, Remigio quedó tendido con aquel piropo. Quería divertirse salir con una mujer muy joven y escapar de la casa.
Acordaron rápidamente de verse y él le dijo que tenía una casa cerca donde podían estar solos. La mujer aprovechó de decir que estaría ese viernes esperándolo. Remigio se convertía en la segunda víctima de la mujer. Los hombres aparecían muertos con un poderoso insecticida.
La Reina del Insecticida en Colombia
Ya eran dos víctimas que la policía de Colombia comenzaba a investigar pero no tenían pistas. Oscar de 71 años era un hombre activo, trotaba, se cuidaba y le decían el “galán de Caquetá”; conoció a Yadira en un café y quedó prendado con la humildad y belleza de ella.
Se derretía cuando Yadira le decía “Señor Oscar”; por ser dueño de locales comerciales comenzaron a verse; prefirió darle tiempo. Todos los hombres aparecían sin cadenas, anillos, dinero y relojes. “Cuidado compadre Oscar” le decían sus amigos; “cuidado te agarra la matabuelitos”; “Yo no le temo a eso, soy un hombre joven que puede salir con cualquier nena”.
Oscar se sentía feliz más cuando Yadira le dijo para brindar… “alza esa copa mi señor y vamos a brindar”. Al cabo de unos minutos sentía que estaba muriendo de forma silenciosa; mientras escuchaba las burlas de la mujer. “Otro más que cayó, Yadi eres la mejor”
En aquel 2011 estaba Colombia convulsionada por la muerte de cinco hombres de avanzada edad. No había pistas de la mujer, ya que los abuelos eran robados luego de morir atados a una cama y sin ropa. Más con la sustancia ligada al alcohol los mataba lentamente.
El sobreviviente
Arnold no era un hombre de avanzada edad, era joven pero conoció a Yadira; no era una chica bonita pero quería vivir una aventura. Nadie sospechaba de la mujer la cual tenía una finca era casada y tenía un hijo. “Yo salgo con esta gordita”, dijo el hombre.
El hombre se fue a un hotel con la mujer luego de compartir unas cervezas… “no olvides llevar una botella para brindar”; decía Yadira. En ese momento luego del brindis vio algo extraño en la bebida; los empleados del hotel lo encontraron signos vitales y lograron salvarlo en un centro de salud.
Arnold sospechó de la mujer y la denunció, Yadira cuando la sometieron a interrogatorios dijo que ella hacía el trabajo sucio. Colocar el veneno en las bebidas alcohólicas de los abuelos. Estos cayeron en la trampa de la mujer.
Hoy en día Yadira Narváez está pagando condena en Caquetá, es conocida como La Reina del Insecticida. Nadie sabe quien la enseñó a colocar ese potente pesticida en las bebidas de los hombres y se hizo famosa por asesinar a hombres mayores.
Sigue leyendo ahora más noticias en nuestro portal:La historia de Dorángel Vargas en los Andes venezolanos
«Si quieres recibir esta y otras noticias en tu celular, ingresa a nuestro enlace en Telegram»