El Cementerio General del Sur tiene tantas historias como fallecidos hay en el lugar. El ánima de Victorino Ponce tiene su cuento en el camposanto más grande de la capital; y muchos le siguen pidiendo a diario.
Murió el 16 de agosto de 1880 pero para muchos está vivo y es un “santo” de las casas; apartamentos y hasta propiedades. En el camposanto un árbol sostiene miles de casitas de madera; en las mismas reza las palabras “gracias por el favor concedido”.
La historia del hombre se remonta a esos años en donde en Caracas pocos tenían casas; y su obra diaria era construir las mismas con madera en las colinas capitalinas. Su historia es muy famosa en el camposanto.
Empezó haciendo las casas a muchas personas luego de que murió las personas le pedían por una vivienda. Y entre la fe en Dios y a Victorino tuvieron su casa; así se han multiplicado sus favores e incluso vienen personas de otras partes del país a llevar las casitas.
Ánima de Victorino Ponce sigue intacta
Las personas piden permiso para entrar al lugar en el camposanto y para pedirle. Las personas van llorando, con el alma en vilo por no tener un techo; y luego en unos años cuentan la historia de cómo él los ayudó.
Otros le ponen café, cigarrillos y hay hasta quienes le cantan y le prenden una vela en el lugar. En el camposanto capitalino son miles las historias del constructor de casas de madera; estas se multiplicaron en aquel árbol.
El árbol da sombra precisamente como si es un guardián en el camposanto; y las personas amarran clavos, pedacitos de madera y hasta cartas. Otros incluso le piden por las deudas de alquiler y favores con carros y propiedades.
“Es una persona cumplidora, tienes que venir aquí con fe y pedirle, es un santo de las casas; Victorino es símbolo de construcción en el país”; dijo Williams Cazorla. Indicó que a diario van personas al camposanto a pedirle.
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