En ocasiones, el horror de cierta violencia tiende a borrar la diferencia entre estas condiciones. Entonces, los autores de los crímenes pasan a ser psicópatas o sociópatas. No importa, los dos hacen cosas horribles. Es lo mismo a la hora de nombrar aquello que nos suena monstruoso e inhumano.
Con el propósito de elucidar esta diferencia, Psychology Today cita el manual de estadística y diagnóstico de los trastornos mentales de la American Psychiatric Association. Tanto la sociopatía como la psicopatía se clasifican como Trastornos Antisociales de la Personalidad. Estos trastornos comparten muchos rasgos comunes de comportamiento, lo que lleva a parte de la confusión.
Los rasgos clave que los sociópatas y los psicópatas comparten incluyen: La indiferencia por las leyes , las actividades sociales y los derechos de los demás. Además no sienten remordimientos ni culpa y tienden a mostrar un comportamiento violento o agresivo.
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No obstante, además de poseer puntos en común, los sociópatas y los psicópatas también tienen sus propias características. Sus comportamientos presentan orígenes particulares y definidos.
Los sociópatas son más visibles
Los sociópatas tienden a estar nerviosos constantemente y a agitarse fácilmente. Son volátiles y propensos a tener arrebatos emocionales, incluidos los ataques de ira. Es más probable que no tengan educación y vivan en los sectores marginales de la sociedad a diferencia de los psicópatas.
En ocasiones, son incapaces de mantener un trabajo estable o permanecer en un solo lugar durante mucho tiempo. A los sociópatas frecuentemente se les dificulta formar vínculos con los demás, aunque no es totalmente imposible.
Muchos sociópatas son capaces de formar un vínculo con un individuo o un grupo en particular, aunque no tienen ningún respeto por la sociedad o sus reglas en general. Por lo tanto, los vínculos significativos de cualquier sociópata serán pocos en número.
Los sociópatas generalmente parecen estar perturbados o erráticos. Cualquier crimen que cometan, incluido el asesinato, tenderá a ser aleatorio y espontáneo en lugar de planeado. Debido a su comportamiento aparentemente errático, los sociópatas son más fáciles de identificar.
Los psicópatas son estables
A diferencia de los sociópatas, los psicópatas son incapaces de formar vínculos emocionales. Los psicópatas tienden a ser agresivos y depredadores por naturaleza. Ven a los demás como objetos para su diversión. Aunque carecen de empatía, los psicópatas suelen tener personalidades encantadoras o incluso cautivadoras.
Son manipuladores y pueden ganar fácilmente la confianza de la gente. Aprenden a imitar las emociones, a pesar de su incapacidad para sentirlas realmente. Parecerán normales ante personas desprevenidas. Los psicópatas suelen ser bien educados y tener empleos estables.
Al cometer crímenes, los psicópatas planifican cuidadosamente cada detalle con anticipación y suelen tener planes de contingencia en su lugar. Parecerán serenos en una crisis.
Sangre fría
A diferencia de sus contrapartes sociópatas, los criminales psicópatas son tranquilos, calmados y meticulosos. Desde el punto de vista de los cuerpos policiales, la naturaleza “a sangre fría” de los psicópatas los convierte en criminales muy eficaces. Desafortunadamente, puede ser difícil saber cuándo estamos en la mira de un depredador psicópata.
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En última instancia, la psicopatía es más rara que la sociopatía y se considera que es el más peligroso de los trastornos antisociales de la personalidad. Se estima que casi el 50 por ciento de todos los asesinos en serie son psicópatas.
