Oscar prefería escuchar como sonaba el motor del Blue Bird, aquella madrugada se acordaba del autobús desconocido número 66. Salía de El Naipe era las cuatro de la madrugada, mientras le decían que tuviera cuidado con la lluvia.
Ya el conductor del bus 42 de Transporte Expresos Coromoto tenía varios reportes por su conocido exceso de velocidad en la madrugada. “Sin correr, Oscar por favor”, le dijo Raimundo, cuando le selló la boleta del control.
Pero Oscar ya en la Autopista quedó sorprendido al verla completamente solitaria además de una pertinaz lluvia. Se quedó en la vía lenta cuando por el espejo ve un bus Blue Bird el cual cargaba el parabrisas con papel ahumado.
El bus completamente oscuro sorprendió al conductor. “Y este de donde salió, color azul o negro. Nunca había visto un autobús así”. El Blue Bird venía por la vía rápida quedándose un poco cuando lo vio invitando a “picar” en la Autopista. “Ah quieres guerra ya te voy a mostrar quienes mandan aquí”.
Comenzó a acelerar olvidándose que tenía que recoger pasajeros en la vía. Le llamaba la atención que el autobús llevaba las dos puertas cerradas. Buscaba acercarse pero este se alejaba más. La vía estaba muy solitaria.
Un fantasmal número 66 sin identificación de transporte iba por la vía rápida. Sin carros que le estorbaran en el camino, mientras que el Coromoto número 42 iba raudo. El misterioso autobús llevaba una sola ventana abierta de donde salía una música rock a full volumen.
El autobús desconocido número 66
Oscar aceleró mucho más mientras que tronaban ambos motores por la Autopista, mientras que la lluvia bañaba el frío asfalto aquel octubre de 1984. “Nunca había visto un autobús así”. Era como si lo habían sacado de un taller donde estuvo guardado por muchos años.
Todo sorprendía a Oscar, aquel desvencijado autobús el cual corría como nuevo mientras se veía en la latonería el oxido y el tiempo que había estado guardado. “Soy el 66” se leía por los laterales…
Pero la velocidad se había adueñado del lugar, mientras que un rayo cayó cerca de la autopista obligando a Oscar a frenar. Mientras vio alejarse aquel misterioso autobús, el cual lo habían visto en la Autopista Campo Carabobo.
Hasta ahora el mismo es una de las tantas leyendas que se hicieron famosas en los años ochenta.
**Este relato es ficticio está hecho en base a conversaciones con conductores.
Lee más informaciones en Noticias 24 Carabobo
Sigue leyendo ahora más noticias en nuestro portal:
