Unos lo llaman filosofía autobusera, otros solamente dichos que inventaron para hacerse sentir en las vías. Pero desde finales de los setenta la misma tomó Panamá, luego Colombia y se extendió por Venezuela y se mantiene en América Central.
Ya la misma pasó a otro plano e incluso destacan que hay naciones donde fue una moda que quedó en el olvido. La misma consiste en aquellos temas, nombres, dichos que se colocaban en los autobuses, algunos para crear polémica.
Nombres llamativos, figuras, adornos para algunos extravagantes y combinación de colores que hacían de los autobuses una obra de arte. Ya poco se ven en esta parte del mundo donde se observaron por décadas.
“Si su hija sufre y llora… es por un chófer señora”, la frase la colocaban dentro de los autobuses. Dicha filosofía incluso la ligan con la de los hippies por los dibujos y colores. Otros dicen que viene de la India y Medio Oriente.
La filosofía autobusera ¿nació en los camiones?
En la India comenzaron con las frases retadoras, donde eras como una especie de ser el rey de las carreteras; o escuadrones de la guerra medieval. Todo esto traducido en colores, símbolos y nombres que llevaban los autobuses.
A finales de los setenta y principios de los ochenta dicha filosofía se acompañaba de buena música. Ya luego con el pasar de los años solo quedó salsa y de allí que muchos dicen que el máximo exponente de la salsa es un autobús.
Comentan los expertos que en la India empezó esa corriente de decorar los camiones, esta se hizo popular en Panamá; luego pasó por Colombia y Venezuela. En Panamá el paso de los autobuses “Diablos Rojos” marcaron ese estilo.
Se perdió en el tiempo
Pero toda aquella filosofía autobusera fue truncada por leyes internas donde incluso prohibieron aquellas calcomanías por considerarlas obscenas. Ya los buses apuntan más al lujo, al confort, asientos, vidrios ahumados y nada de colores escandalosos; y dibujos con doble sentido.
Aquella filosofía se ve en pocos autobuses, incluso muchos conductores no quieren llamar la atención. De hecho, ya no los hay en Panamá desaparecieron y en Colombia las Chivas pasaron a ser objeto de fiestas.
En El Salvador si se siguen viendo los buses completamente remodelados y adornados con colores llamativos y figuras resaltantes. De hecho, es una de las atracciones para el turismo que hay en ese país.
En Venezuela y específicamente en Carabobo llegamos a ver dicha “filosofía” en líneas de transporte como Alfa y Omega; además de los Guacara y hasta los recordados Parcentro… Pero para muchos conductores ya es algo pasado de moda…
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