La historia de los escalofriantes asesinos en serie de Venezuela

A lo largo de los años a nivel mundial se han mencionado agresores en serie de todo el mundo, hoy toca recordar la cara de los escalofriantes asesinos de Venezuela y las historias de quieres fueron causa de dolor y tristeza en el país.

Escalofriantes asesinos

Los asesinos se caracterizan por tener ciertos comportamiento asociales, una psiquis de maltrato desde la infancia. Entre los mas conocidos por ser protagonistas de las primeras planas como los escalofriantes asesinos de Venezuela.

Dorángel Vargas

Mejor conocido como “El Comegente”, fue el primer asesino en serie en Venezuela, nacido el 14 de mayo de 1957 en Táriba, estado Táchira.

Llevaba una vida de indigente debajo del puente en el municipio Cárdenas, donde asesinaba y descuartizaba a sus victimas.

La historia comenzó en 1995 donde asesinó a su primera víctima de nombre Cruz Baltazar Moreno, por ello fue detenido asesinato y posteriormente enviado a rehabilitación donde se le diagnosticó que padecí de esquizofrenia.

Se dio a conocer su nombre para el año 1999, cuando miembros de defensa civil encontraron restos de dos jóvenes, alertando a las autoridades.

Aumentando los casos de personas desaparecidas, los oficiales continuaron con las búsquedas donde consiguieron seis cuerpos mas en los alrededores del puente, acercándose así al lugar del crimen, encontrando restos de las victimas como manos, pies, cabezas y recipientes donde guardaba la carne humana para posteriormente comérselo.

Admitió haber asesinado a 10 personas en aproximadamente en un año. Fue detenido por los delitos de homicidio y canibalismo.

Actualmente se encuentra en el cuartel de la policía del Táchira, siendo uno de los escalofriantes asesinos de Venezuela.

El estrangulador

Francisco Abraham García Hernández residente de Caricuao, sufrió abandono en su adolescencia, tenía conductas delictivas y presentaba problemas de doble personalidad, con perfil de un asesino en serie.

Mató al menos cinco mujeres y una niña. Hoy con 43 años, era un sujeto sin oficio definido. Trabajó como vigilante y barrendero.

Seguía un mismo patrón para sus victimas, observándolas y seleccionándolas después de estudiarlas, las cuales eran de tez morena, con gusto por el alcohol y las drogas. Dejando cinco feminicidios y el homicidio de un infante.

Su nombre hace referencia debido a que, mientras mantenía relaciones sexuales con sus víctimas, las golpeaba y estrangulaba. 

También era conocido por varios sobrenombres como “El niño”, “El cristiano” o “El barrendero”.