Sandra tenía todo listo para casarse pero aquella mañana del año 65 comenzó a caminar y la novia llegó al Puente Morillo. El esperado prometido no se había presentado a la iglesia donde lo esperaba con ansias para formar una familia.
El hombre se había marchado con un viejo amor que esperó durante años dejando a la muchacha de sensual cabello negro a las puertas de la iglesia. Aquel sábado 20 de noviembre de 1965, el novio escuchó el esperado sí de otra mujer y desde ese día no se supo más de él.
La preciosa muchacha, una joven de familia y universitaria caminó desde una de las iglesias de la ciudad hasta el puente. Las personas dentro del templo salieron a ver a Sandra aquella tarde del sábado, se quitó el velo y la corona. Los dejó a un lado y se fue con su vestido y lágrimas en sus ojos.
Carlos su padre… la dejó sola pensando que aquella noche la encontraría en una calle cercana en Valencia. La ciudad era pequeña pero muy conocida, muchos de los enamorados de Sandra lloraron al saber que el elegido… no se presentó.
“No debe estar lejos”… le dijo Carlos a Hilario, su chófer y salieron a buscarla… la gente decía… “esa muchacha vi que iba hacia el puente Morillo”. Los habitantes de la calle Colombia comenzaban a murmurar sobre lo sucedido.
“Demasiado bella esa muchacha para que le hicieran eso”, decía Santa, una costurera que vivía en la calle Colombia. Leopoldo, uno de los bodegueros de la zona decía… “si media Valencia estaba enamorado de ella; y ese hombre la deja”…
La novia del Puente Morillo
La gente hablaba del vestido de novia, de cómo se había puesto bella para aquel día. Su familia pagó a las mejores peluqueras para que Sandra luciera inolvidable. Las personas se movían por la ciudad buscando a la bella joven universitaria.
Desde aquella noche de aquel sábado de noviembre dicen que hay una leyenda de una mujer hermosa en aquel puente. La muchacha blanca de ojos negros y mirada sensual, de labios hermosos y de voz dulce… la han visto en el puente en las noches de luna llena…
«Los personajes y hechos retratados en esta historia son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura coincidencia«.
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