Llegó gasolina a El Palito, de Puerto Cabello, estado Carabobo, combustible procedente de la empresa Maroil Trading y lo hizo en el tanquero Aldan, según lo asegura la agencia Reuters.
Serían 150.000 barriles que arribaron el viernes 24 de abril, según señala el cable, tras información de dos personas ligadas y conocedoras del asunto, que por medida de seguridad hablaron en condición de anonimato.
Según información, la compañía es propiedad del magnate naviero Wilmer Ruperti, que es una de las empresa sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, ancló en aguas porteñas el viernes por la noche.
Cabe destacar que hace días se dijo que la filial de PDVSA carabobeña había comenzado a producir combustibles (gasolina y gasoil); entre otros productos derivados y en estos momentos el país enfrenta la peor escasez en décadas, que solo se sentía con más notoriedad en los estados fronterizos.
Llegó gasolina a El Palito
Según la agencia de noticias, es un cargamento que solo aliviará en parte la crisis, en una red que debería refinar 1,3 millones de barriles diarios, pero está colapsada, en parte por las sanciones desde EE.UU.
La nota dice que Ruperti, un empresario que también posee un medio de comunicación televisivo en el país (Canal I) y tampoco PDVSA respondieron o realizaron comentarios sobre lo expuesto por Reurters.
Hace un par de días, también se supo de la llegada de componentes para producir gasolina, pero desde Irán, país que también está sancionado por el gobierno de Donald Trump
Arribó desde Trinidad y Tobago
Según la hoja de ruta, el buque Aldan cargó la semana pasada en la vecina Trinidad y Tobago, según muestran los datos de Refinitiv Eikon.
La nave no ha transmitido una señal de ubicación desde el 22 de abril, según la data.
A pesar del envío, dice Reuters las autoridades mantienen el despacho de 30.000 barriles diarios de gasolina únicamente para unas 250 estaciones a nivel nacional, de un total de 1.576 operativas.
Cuarentena y escasez
Con la cuarentena que entró en su sexta semana en el país, redujo la demanda de gasolina y aún así en muchas zonas del país se han visto las colas y denuncias.
Destacan las denuncias de los «bachaqueros del combustible» que cobran en dólares; igualmente de las horas que deben pasar en un cola, incluidas personas ligadas a las actividades esenciales (personal de salud, medios y otros).
Aunque el Gobierno ha hecho el llamado a denunciar y se han logrado algunas detenciones, no cesa la situación y con los día empeora.
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