Diversos grupos de organizaciones sociales en Chile emitieron un comunicado este domingo donde solicitan cambiar la política migratoria, después de que una marcha antiinmigración en el norte del país terminara en violentos ataques contra la población extranjera.
El comunicado, firmado por 24 organizaciones, expresa que «de continuar con las actuales políticas migratorias se seguirá complejizando la convivencia entre las comunidades locales y migrantes. Nadie quiere que se perpetúe un círculo de irregularidad, exclusión e incluso violencia (…) Resulta urgente un cambio de timón en las políticas del Gobierno».
Los ocurrieron ocurrieron en la ciudad de Iquique , cuando un grupo de chilenos que participó en una manifestación de marcado tono antiinmigrante quemó carpas, frazadas, juguetes y colchones utilizados por personas extranjeras que pernoctaban en espacios públicos a la espera de una solución a su situación migratoria.
«Actos como estos atentan contra la construcción de una sociedad humana, acogedora e inclusiva, y pasan a llevar el derecho a una vida digna y segura para todas y todos», declaran las organizaciones firmantes.
Además, en el documento se refirió al desalojo policial que la noche del viernes tuvo lugar en la Plaza Brasil, espacio ubicado en pleno centro de la ciudad norteña donde se asentaron decenas de familias venezolanas indocumentadas.
«Durante el desalojo de la ex Plaza Brasil, vimos golpes a menores de edad y mujeres embarazadas, sin entregar una posibilidad que albergara a quienes desalojaron y agredieron. Llamamos a respetar la integridad y dignidad de todas las personas y, sobre todo, a velar por los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes».
«Reiteramos nuestro rechazo a las expulsiones de migrantes que contribuyeron a generar un clima de odio; de criminalización y estigmatización que exacerba la crisis de gobernabilidad migratoria que enfrentamos», agrega.
Organizaciones sociales en Chile solicitan cambiar política migratoria
Por su parte, el relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes de la ONU, Felipe González, también se pronunció ante la crisis y calificó como una «inadmisible humillación» el ataque incendiario contra las pertenencias de las personas inmigrantes.
Asimismo, UNICEF manifestó su preocupación por la situación de cientos de niños inmigrantes en el norte de Chile y llamó a garantizar sus derechos y su seguridad.
El Gobierno en tanto reiteró que retomarán la política de deportar a extranjeros, pese a que un fallo de la Corte Suprema rechazó este proceder en junio y que otras organizaciones, como Human Rights Watch, efectuaron llamados explícitos a poner fin a las «deportaciones sumarias».
A la fecha alrededor de 3.500 migrantes se encuentran varados en las calles de Iquique; gran parte de ellos luego de ingresar a Chile por pasos no habilitados en la frontera y cruzar la ruta hacia la costa.
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