El caspering es una de las peores pesadillas de las generaciones actuales que temen que las dejen en «visto».
Ese sentimiento de escribirle algo a aquella persona que te gusta y de notar que no te responde a pesar de haber leído el mensaje es probablemente una de las angustias más fuertes a las que se puede enfrentar una persona hoy en día.
Anteriormente nos hemos referido a dicho fenómeno como ghosting, pues hace alusión a desaparecerse de un momento a otro del mapa de la persona con quien se está hablando, al dejar de responder sus mensajes y aplicarle una especie de «ley del hielo digital».
¿Suena terrible no?
Pues aunque no lo creas, existe algo peor que la situación anterior. Se trata del caspering, un término inspirado en el famoso fantasma animado «Casper» que se utiliza para definir la acción de irte desapareciendo poco a poco de la vida de otra persona, hasta que ya no sepa más de ti.
Pero ¿por qué es aún más doloroso que el ghosting? La respuesta es sencilla; el caspering es paulatino, por lo que quien lo aplica provoca que la otra persona sufra más lentamente la pérdida de interés de la persona que está implementando este escape.
Además de que generalmente se utilizan excusas como «me gustas pero no estoy listo», «te tengo mucho aprecio pero me lastimaron en el pasado» o «quizá en un futuro las cosas funcionarán».
Lo anterior suele crear falsas esperanzas en la parte interesada y podrían pasar incluso meses antes de que se de cuenta de que algo en la relación no funciona, a diferencia del ghosting, que suele ser un golpe más duro pero también más rápido y por lo tanto menos doloroso a largo plazo.
Así que ya lo sabes, si alguna vez has estado en una situación similar, entonces probablemente aplicaste o sufriste de caspering sin siquiera saberlo.
Recuerda que lo mejor es siempre decir las cosas tal y como son, la honestidad puede ser dura pero al final suele agradecerse.
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