La gastritis ocurre cuando el revestimiento del estómago resulta hinchado o inflamado, por lo que es posible que la gastritis aparezca de manera repentina o lentamente con el tiempo.
En algunos casos, la gastritis puede producir úlceras y un mayor riesgo de sufrir cáncer de estómago.
Sin embargo, para la mayoría de las personas, la gastritis no es grave y mejora rápidamente con tratamiento.
De todos modos, hay señales de alarma, que, según los especialistas, es importante consultar a un médico si se presenta:
- Dolor en la parte superior del vientre o el abdomen que no desaparece
- Heces negras o alquitranosas
- Vómito con sangre o material con aspecto de café molido
Por su parte, es importante señalar que las causas más comunes de gastritis son ciertos medicamentos, como la aspirina, el ibuprofeno o naproxeno y otros fármacos similares.
Asimismo, el consumo excesivo de alcohol o una infección del estómago con una bacteria llamada Helicobacter pylori.
Si una persona es diagnosticada con gastritis puede realizar cambios en el estilo de vida que ayudan a sentir un poco de alivio, como:
- Comer porciones pequeñas con más frecuencia. Si se tiene indigestión frecuentemente, comer porciones pequeñas de comida más seguido puede aliviar los efectos del ácido estomacal.
- Evitar los alimentos irritantes. Especialmente aquellos picantes, ácidos, fritos o grasosos.
- Evitar el alcohol. Este puede irritar la membrana mucosa del estómago.
- Cambiar de analgésicos. Si regularmente se toman analgésicos que aumentan el riesgo de tener gastritis, preguntarle al médico.
De todos modos, consultar a un experto de la salud siempre será la mejor y principal recomendación ante un caso de gastritis.
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