Los niños también se deprimen pueden ser por estas razones, así que como padre debes estar muy pendiente de sus cambios de humor.
Los especialistas en psiquiatría comprueban que existe la depresión infantil y es muy distinta a los adultos. Y los factores que influyen para este trastorno son desde individuales hasta sociales.
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Debes estar muy atento al entorno familiar cuando suceden rupturas familiares, divorcios de los padres, la muerte de un ser querido, enfermedades, fracaso escolar o el rechazo familiar o de amigos. Estos cambios pueden incidir en la reacción del niño.
Los niños también se deprimen cuando en la familia existe un antecedente de este trastorno de tipo emocional y es necesario conocerlo para ayudar con mayor facilidad al infante.
Por tal motivo, los padres o representantes deben estar atentos antes estas alertas emocionales, tales como: tristeza, irritabilidad, llanto continuo, apatía, baja autoestima, mal humor, aislamiento social, puede mostrar ira o enojo, trastorno del sueño, falta de interés por su aspecto físico, perdida o aumento del sueño y quejas somáticas como dolor abdominal, cefalea, entre otras.
Ante estas señales, es oportuno y recomendable acudir a un psiquiatra infantil para una evaluación y así poder atacar a tiempo a los niños que también se deprimen.
Durante este proceso, es importante que los padres estén más unidos que nunca y la comunicación sea fundamental. Además que debe existir comprensión, empatía y la valoración hacía el menor.
Todo dependerá de lo que observe el especialista y el tratamiento adecuado a la fase de mantenimiento; pero en los casos más agudos se incluye apoyo psicológico, farmacológico o los dos.
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