Aunque parezca un tema político y nacional todo el país ha sufrido con los estragos del bloqueo en Venezuela. En 2018 y 2019 luego de que Estados Unidos y la OFAC anunciaran los mismos; hasta el deporte más querido sufrió y aun lo está.
En la temporada de 2019 no podían venir peloteros que estaban afiliados a la Major League Baseball; luego la sanción la levantaron a seis de los ocho clubes. Magallanes y Tigres quedaron con las sanciones impuestas.
Por algo tan sencillo como tener en sus directivas a asesores políticos y en puestos de la gobernación. El beisbol, un pasatiempo nacional el cual desde hace décadas; ha sido un “refresco” ante el ambiente político también sufrió.
La llegada de la pandemia fue incluso lo que dañó más el espectáculo en el país; el año pasado se luchó hasta que se organizó una campaña. Por supuesto en la misma hubo casos de COVID 19; pero el beisbol siguió.
Los estragos del bloqueo en el beisbol
Las sanciones impuestas al beisbol afectaron a aquellas familias que vivían directamente de este deporte. Muchas familias tenían su negocio de gorras, franelas, llaveros, calcomanías; pero esto también sufrió.
Afectaron todos los empleos indirectos que generaba el beisbol en el país. Prensa, además de radio como mantenimiento; como hombres y mujeres que tenían una entrada de dinero gracias al deporte.
Muchas personas en 2019 no le quedó otro remedio que dedicarse a otro oficio; ya no había aquella venta de camisetas a las afueras de los estadios. También por el poder adquisitivo las tribunas comenzaron a verse vacías.
Aunque suene a política las sanciones afectaron el beisbol, silenciaron a los fanáticos; y la alegría que era el ser de un equipo o de otro. Muchas mujeres ya no fabrican camisetas o gorras; pues ya no es un negocio.
Faltando meses para la zafra y con un plan de vacunación aun están las sanciones sobre dos equipos. Dos escuadras de beisbol que quiere ver a sus figuras jugar en Venezuela; y parece que este año tampoco las podrá ver.
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