El jengibre lleva por nombre científico Zingiber officinale, es una especie de la familia de las zingiberaceas; tiene un tallo del tipo rizoma es decir que se desarrolla de manera subterránea; estos rizomas son de color amarillo pálido o crema por fuera y blanco amarillento por dentro.
Desde ese tallo brotan los tallos de las hojas y las hojas que son muy parecidas a las del maíz; y llegan a medir hasta unos 90 centímetros de altura. Las hojas de esta especie son oblongas, las flores son amarillas con bordes púrpuras.
Son los tallos subterráneos de esta maravillosa especie las que se utilizan en la cocina y en medicina natural. Para aprovechar este tallo debemos pelar una fina cáscara en su exterior y utilizar en infusiones, rallado, cortado o licuado.
Jengibre y sus beneficios
Este tallo de la especie proporciona grandes beneficios ya que contiene vitamina c, vitamina B9, magnesio, potasio; vitamina E, además en su estado fresco contiene vitaminas B1, B2, B3, B5 y B6; calcio, hierro, zinc, fósforo y sodio.
Uno de los principales usos del jengibre es en el tratamiento de gripes, resfriados y sinusitis; ya que tiene gran poder como expectorante, puede ser ingerido como una infusión; añadiendo limón.
Utilizado en una infusión como analgésico y anti inflamatorio; así como también como un ayudante digestivo que es el uso más común en el continente asiático. La especie es además un antioxidante ya que contiene gingeroles y shogaoles que son sustancias fenólicas.
Más detalles
Otros usos de esta especie no tan utilizados son como ayudante en caso de vómitos y náuseas en embarazadas; (bajo autorización médica) o en personas con tratamientos de quimioterapia; también es usado en afecciones de la garganta.
Sirve para combatir la depresión ya que esta especie regula los niveles de estrés por lo que también mejora la calidad del sueño. Las embarazadas, hipertensos o pacientes con daños biliares deben consultar al médico antes del uso de esta especie.
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