El desempleo prolongado puede ser algo muy negativo, si no podemos como enfrentarlo. Al principio en muchos casos y dependiendo de la situación económica del individuo; la pandemia nos ha puesto a emprender pero otros quieren un trabajo estable.
Perder un trabajo es un cambio y es muy normal que tengamos miedo al cambio; pero la idea es no permitir que ese miedo nos paralice. Debemos tomar acción desde el primer momento en que nuestra situación cambia; más en la pandemia.
La falta de empleo genera ansiedad y nos puede colocar en riesgo de salud; pero debemos de estar conscientes de lo que debemos hacer. Es por ello que vemos a tantas personas emprendiendo hoy día en la pandemia.
Desempleo prolongado
Si la situación se prolonga y no logramos conseguir el empleo deseado podemos llegar a desarrollar perdida de sueño; en esta etapa muy probablemente también se presenten problemas gastrointestinales; cansancio físico, pérdida del apetito además de problemas cardíacos en estos tiempos de pandemia.
Las personas comienzan a sentir tristeza, desesperanza, depresión, pensamientos negativos, inseguridad; baja autoestima, enfados e irás prolongadas e intensas, sensación de injusticia; más cuando vemos que estamos en pandemia.
Además de las anteriores el desempleo prolongado nos puede llevar a tener intolerancia a las relaciones cotidianas; como por ejemplo la exageración a la hora de reaccionar ante cualquier estímulo.
Físicamente también podemos observar diferentes cambios como desarreglo personal, apariencia desaliñada; delgadez u obesidad debido a los trastornos alimenticios; la manera de hablar es más tímida ya que la depresión es alta en la pandemia.
Lo importante
Lo importante al momento de perder un empleo es no perder la comunicación con nuestros familiares; amigos y compañeros de trabajo. Además de hablar de lo que sentimos ayudará bastante: lo importante es continuar con esperanzas a pesar de la pandemia.
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