El Gobierno de Colombia le dejó claro, tanto a la Organización de los Estados Americanos (OEA) como a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que por ahora no aceptará visitas de ninguno de los ya nombrados organismos al país neogranadino para que monitoreen las denuncias que se han venido realizando desde que se convocó el paro nacional.
La vicepresidenta y ahora canciller, Marta Lucía Ramírez, en reuniones con estos dos organismos; les manifestó a sus funcionarios que si bien el país no se encuentra cerrado a este tipo de visitas -y antes les da la bienvenida- primero se necesita que los organismos de control del país investiguen y procesen los casos que se han presentado en el transcurso de las manifestaciones.
Asimismo, la canciller indicó que el interés del Estado colombiano es que ninguno de ellos quede en la impunidad.
Colombia negó visitas de la CIDH y la OEA
«Tenemos en este momento la solicitud de la CIDH y la solicitud del propio Secretario General de la OEA, Luis Almagro; a quien le hemos dicho que consideramos que todas las visitas son bienvenidas. Pero en este momento, consideramos que hay que esperar a que los propios organismos de control acaben de hacer su tarea; investigar cada uno de los casos y organizar, ojalá, en el curso de las próximas semanas cualquiera de las visitas»; manifestó la vicepresidente al cabo de su encuentro con Almagro en Washington.
La #CIDH se reunió con @mluciaramirez, Canciller de #Colombia para abordar la situación de derechos humanos, el uso excesivo de la fuerza en las protestas y los actos de violencia registrados. CIDH reiteró importancia de la visita de trabajo y se trataron sus alcances y formato. pic.twitter.com/eahM3X8u9T
— CIDH – IACHR (@CIDH) May 24, 2021
Ramírez está de gira en la capital norteamericana en donde, también, tiene previsto reunirse con funcionarios de la administración de Joe Biden, miembros del Congreso, centros de pensamiento y organismos multilaterales.
Sin embargo su respuesta a la CIDH y OEA adquiere relevancia, ya que ambas entidades -CIDH es parte de la OEA; no obstante opera de manera autónoma- le han pedido a Colombia que autorice una misión para que verifique en el terreno los sucesos que se vienen presentando.
Este tipo de visitas suelen ser incómodas para los Estados, ya que implican una evaluación del desempeño de las autoridades que suele completarse con un informe y recomendaciones a seguir. Si bien no son obligatorias, llevan el peso del sistema interamericano, del cual Colombia hace parte y suelen traducirse en revisiones periódicas. Fuentes de la CIDH expresaron su decepción por la respuesta e indicaron que seguirán insistiendo.
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