La desescalada de tapabocas pudiera ser el comienzo de una etapa diferente frente a la pandemia. Todavía es muy temprano para interpretar con precisión el movimiento. Lo cierto es que Bélgica se ha atrevido a dar el primer difícil paso. Por los momentos ya no será obligatorio llevarla al aire libre. Un artículo de Magnet detalla la medida.
La inédita medida la ha anunciado Sophie Wilmès, la primera ministra belga. A partir de Octubre, los residentes del país ya no tendrán que ponerse tapabocas donde sea posible mantener la distancia de seguridad. Sí tendrán que hacerlo si hay menos de metro y medio de separación con el resto de viandantes. Es una distinción difusa y que marca un camino hacia la desescalada de tapabocas.
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Estrictamente hablando, la obligatoriedad a todas horas y en toda circunstancia no es la norma. España e Italia se ubican en un extremo. Pero su uso en espacios cerrados y en zonas concurridas sí es más general. Para el gobierno belga, la imposición al aire libre redundaría en cierta fatiga popular.
Lo curioso es que la desescalada sucede en un delicado contexto. Bélgica al igual que Francia y España padece un repunte de contagios. La incidencia acumulada en el país supera ya los 140 por cada 100.000 habitantes.
Desescalada de tapabocas
Con una segunda ola en ciernes, Bélgica inicia una desescalada de tapabocas. El científico Marc Van Ranst la ha cuestionado. Para el científico basta fijarse en las cifras para entender el riesgo.” Es evidente que no es el momento de relajarse. No se necesita a un gran virólogo para predecir que los contagios aumentarán en las próximas semanas”.
Pero la medida respecto a la mascarilla no lo es todo. El gobierno también ha reducido el tiempo de cuarentena para los contactos estrechos, de 14 días a 7 días. Aquí la tendencia sí es generalizada. Los resultados de otras experiencias no permiten lecturas rotundas.
Por ejemplo: Dinamarca, Suecia o Noruega, tres de los países que con más éxito han esquivado la segunda ola no disponen de políticas estrictas. Los tapabocas no han sido obligatorias durante el verano y sólo ahora han comenzado a imponerse en transporte público, entre otros.
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El gobierno belga, consciente de cierto hartazgo por parte de su población, se fija en España,donde es obligatoria en todo momento y en los países nórdicos,donde no lo es y encuentra señales contradictorias. De ahí que, quizá, el suyo sólo sea el primer paso hacia la desescalada de los tapabocas.
