Ser candidato político en Venezuela es algo que no es una idea descabellada hay que saber asumir ese rol al cual se aspira. El manual para ser candidato político está; es una especie de “librito” el cual usted no debe olvidar; por el contrario debe cumplir a cabalidad.
Tome nota y si está dispuesto a lanzarse a un puesto político tiene luz verde de utilizar estas líneas. En primer lugar usted salga a la calle, y vea directamente a las personas; hable con ellos, escuche; por ahora olvídese de la prensa todo lo contrario; concéntrese en la gente.
Haga propuestas llamativas y creíbles no prometa un Metro, o escuelas con internet avanzado; autobuses de última generación; muéstrese como un aspirante que conoce a los problemas de la gente. Importante es siempre que las personas sepan quién es usted; lo conozca y crea en usted.
Si tenga algo llamativo, una gorra, una emblema, una sonrisa de verdad; el aspirante debe tener algo con el cual lo asocie de inmediato. Busque, invente un slogan y vaya por la calle; con pasos seguros y firmes.
Manual para ser candidato político
Algo muy importante no trate de desprestigiar a los demás no caiga en esa política barata; sea un aspirante a un cargo con modales y no caiga en el populismo. Por supuesto puede abrazar a las abuelas; ponerse a jugar en una cancha pero ante todo sea auténtico.
Sea concreto, tenga garbo y palabra, allí es cuando a usted los medios de comunicación lo buscarán; allí si de la cara, vaya de frente y sobre todas las cosas hable siempre viendo a los ojos; tómese fotos y si es casado vaya con su esposa tomado de la mano; la gente en Venezuela es muy visual y eso llama votos.
Hable de todo lo que usted ha hecho en la vida y dígalo sin pena y con mucha honestidad. Sea un aspirante creíble, no gaste aún dinero en afiches todo lo contrario; haga que su nombre suene entre las personas; el boca a boca es más efectivo que un afiche.
¡Con todo!
Si usted no tiene apoyo político de ningún partido mucho mejor, cree uno propio; y póngale un nombre llamativo. El aspirante debe ser el mismo la bandera de su partido; es verdad que los demás tienen maquinaria y gente; pero usted está a tiempo de formar sus propios seguidores.
Ya cuando usted sea un aspirante que cumpla con todos esos requisitos, allí sí mande a hacer unos afiches; verá como lo van a llamar de radios, televisoras y portales informativos; cree usted mismo una nueva manera de hacer política; y trate de vencer la que está.
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